Así lo anunció el director general de Russian Direct Investment Fund (RDIF), Kirill Dmitriev, la empresa que está a cargo del desarrollo. La producción local garantiza una reducción de costos y un mayor acceso.
“Dado que está finalizando sus ensayos clínicos con resultados positivos y que ya comenzamos a producirla en masa, actualmente la Sputnik V es una de las vacunas que lidera la lista de desarrollos que tiene la Organización Mundial de la Salud”, aseguró el ministro de Salud de Rusia, Mikhail Murashko.
La participación de Argentina
Pero quien confirmó la participación de Argentina en la producción de la vacuna fue el director general de Russian Direct Investment Fund (RDIF), Kirill Dmitriev, la empresa a cargo de su desarrollo.
Dmitriev sostuvo que el objetivo de Rusia es “generar un espíritu de asociación y trabajo en conjunto, así que países como India, China, Corea, Brasil y Argentina, entre otros, podrán producir la vacuna en sus territorios”.
Además, ratificó la eficacia de Sputnik V es de 91,4 por ciento, y que es la más barata de las presentadas hasta ahora, con un costo de menos de 10 dólares cada una de las dos dosis necesarias para lograr la efectividad.
Dmitriev también confirmó que la vacuna necesita conservarse entre los 2 y 8 grados, un dato clave para el operativo los países deberán desplegar para vacunar a su población.
En la presentación Dmitriev recordó que la Sputnik V logra su eficacia a los 7 días de la segunda dosis y 28 días después de la primera pero que el porcentaje de 91,4 por ciento podría llegar al 95 por ciento luego de 42 días.
También recordó que la vacuna rusa se basa en un adenovirus, el mismo utilizado desde 1953 para combatir el ébola, que más de 40 países que “representan el 40 por ciento de la población mundial expresaron interés” en la Sputnik V y que 1.200 millones de dosis ya fueron producidas.
Las ventajas de la producción local
La posibilidad de participar del proceso de producción le garantizará a Argentina poder reducir los costos y aumentar el acceso a la vacuna.
El Gobierno nacional había anunciado que el acuerdo con Rusia le garantizaba la disponibilidad de 25 millones de dosis de la Sputnik V., a las que se sumarán otras 22 millones de dosis del convenio con AstraZeneca, la vacuna desarrollada con la Universidad de Oxford, Reino Unido.
Según explicó en la exposición ante Naciones Unidas el ministro Mikhail Murashko, “los ensayos clínicos, que involucraron a más de 45 mil personas, se realizaron con éxito en Rusia, Bielorrusia, India, Venezuela y en los Emiratos Árabes. Por eso, acá iniciamos las campañas de vacunación y, ya más de 100 mil ciudadanos rusos que pertenecían a grupos de riesgo, fueron vacunados”.
En cuanto a los efectos adversos, los desarrolladores rusos señalaron que “todas las vacunas los tienen, dado que no hay una que sea 100 por ciento segura. En el caso de la Sputnik V estos efectos son estándar, es decir, implican dolor en la zona de aplicación, dolor de cabeza y fiebre”.