Los gobiernos de Estados Unidos y de la Argentina se mostraron dispuestos a alcanzar un acuerdo técnico de negociación para evitar las trabas impuestas por la administración de Donald Trump a la importación de unos 1200 millones de dólares anuales del biodiésel argentino. La intención política es clara: evitar de esta manera que este tema afecte las relaciones bilaterales que ambas administraciones reflotaron en los últimos tiempos después de tantos años de enfrentamiento con el kirchnerismo.
A lo largo de un encuentro que mantuvo hoy el canciller argentino, Jorge Faurie, con el encargado de negocios de la embajada de los Estados Unidos, Thomas Cooney, la Argentina le planteó el malestar a la administración de Trump por establecer un freno a la importación de biodiésel argentino. Según revelaron fuentes de la Cancillería, en la reunión diplomática se alcanzó un “buen nivel de diálogo y buena voluntad” para arribar a un acuerdo. El entendimiento inicial sería que la Secretaría de Comercio de Estados Unidos intente unificar una posición común entre los importadores argentinos y los empresarios de biodiésel norteamericanos que alegan una situación de dumping por parte de la Argentina. Esto se debería concretar antes de noviembre ya que ese mes es el que dispuso anteayer la administración norteamericana para aplicar las sanciones a la Argentina y frenar la importación del biodiésel argentino.
En el encuentro realizado en el piso 13 de la cancillería, además de Faurie y Cooney participaron el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, y el ministro de Producción, Francisco Cabrera.
Tras esa reunión, el encargado de Negocios de Estados Unidos dio precisiones del encuentro a través del Twitter de la Embajada de los Estados Unidos. “Me reuní con los ministros Faurie y Cabrera. Diálogo muy colaborativo sobre biodiésel y comercio. Trabajaremos juntos. Estamos comprometidos a tener una relación positiva y madura con Argentina. Los buenos socios superan desafíos con confianza y paciencia. Nuestra relación excelente es un proyecto a largo plazo. Hemos logrado mucho y hay mas que hacer”.
De esta manera, quedó en claro que la voluntad de la Casa Blanca es lograr un acuerdo para no enturbiar las relaciones bilaterales por el tema del biodiésel.
Fuentes del Palacio San Martín dijeron que la reunión fue “constructiva y positiva”. La intención es acordar antes de noviembre una instancia de negociación que podría darse por una redefinición del precio y un sistema de cuotas de exportaciones argentinas de biodiésel a Estados Unidos. “Hay que buscar un mecanismo razonable que sea beneficioso para todas las partes”, dijo un funcionario de la Cancillería. Además, quedó en claro que los norteamericanos necesitan importar biodiésel porque no se autoabastecen.
La convocatoria a Cooney en la Cancillería se realizó el pasado martes, luego de que se conociera la decisión del gobierno norteamericano. Ayer, en un comunicado de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores había rechazado la imposición de derechos compensatorios preliminares a las importaciones de biodiésel de la Argentina.
El canciller Faurie y el Encargado de Negocios de Estados Unidos creen que “hay que aprovechar el renovado vínculo bilateral estrecho” entre ambas administraciones para dar lugar a soluciones ante problemas como los que se presentaron ahora con la denuncia de dumping de los empresarios norteamericanos. Se descartó por parte del gobierno argentino de esta forma recurrir la demanda a un arbitraje internacional como la OMC ya que esta instancia generaría un fuerte cimbronazo en las relaciones que Macri y Trump reflotaron.
Un vocero de la embajada de los Estados Unidos señaló que “el encargado de negocios Cooney estuvo en contacto con la Casa Rosada y el Canciller en varias oportunidades esta semana, así como con funcionarios de alto nivel del gobierno de EEUU en Washington para hacer hincapié sobre este importante asunto”.