Alberto Fernández y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, analizaron la oferta a los bonistas y un posible Stand-By para la Argentina, como así también el futuro programa económico post COVID-19 para nuestro país.
Alberto Fernández y Kristalina Georgieva dialogaron para analizar las negociaciones del Gobierno con los bonistas y la futura relación institucional con el Fondo Monetario Internacional (FMI), confirmaron a Infobae tres funcionarios argentinos y uno norteamericano que conocen los detalles de la conversación mantenida entre el Presidente y la directora gerente.
De Olivos a Washington
Alberto Fernández estaba en Olivos y Georgieva en Washington, y la conversación desarrollada un día feriado sirvió para acelerar el diseño financiero de la propuesta oficial a los acreedores privados que hoy se registrará en la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC).
El Presidente había solicitado a la directora gerente un informe del staff del FMI estableciendo las condiciones para determinar la sostenibilidad de la deuda externa frente a las exigencias económicas y financieras de los acreedores privados. Una manera técnica-política de explicitar el apoyo del FMI a las negociaciones que estaba emprendiendo Martín Guzmán.
Aceptó la propusta
En un hecho inédito para el Fondo, Georgieva aceptó la propuesta de Alberto Fernández y avaló un informe que establecía que Argentina no podía destinar más del 3 por ciento del Productor Bruto Interno (PBI) al año para la deuda externa contraída en moneda extranjera.
Ese límite al gasto público avalado por la directora gerente del FMI implicó que la primera oferta oficial naufragara. Los bonistas se plantaron, y al Presidente y su ministro de Economía no les quedó otra alternativa que enterrar las recomendaciones que Georgieva había mandado a escribir a su staff a pedido de la quinta de Olivos.
Se aleja el default
El diálogo protagonizado por Alberto Fernández y Georgieva ratificó la alianza estratégica que Olivos tiene con el Fondo Monetario Internacional. Si la directora gerente hubiera dicho que no, Argentina caminaba inexorablemente al default.
Ello no implica que habrá acuerdo entre el Gobierno y los acreedores privados para lograr una reestructuración exitosa de la deuda externa, pero el gesto político de la directora gerente ayuda muchísimo a una negociación trabada que tienen final abierto.
Honrar la deuda
Además de la negociación con los bonistas, Alberto Fernández y Georgieva analizaron las relaciones institucionales entre la Argentina y el FMI. Se deben 44.000 millones de dólares, y el board del organismo multilateral espera un programa de economía y un plan de pago de esa deuda externa pública.
El Presidente recordó a la directora gerente que su intención es honrar la deuda contraída, pero que su decisión política es evitar los planes de ajuste a cambio de cumplir con el Fondo Monetario Internacional.
fuente: infobae