Hernán Stutzer tiene 45 años y se fue a Miami en 1993. Ahora, establecido en una isla frente a la costa del estado de Georgia, cuenta cómo el tradicional plato criollo maravilla a los estadounidenses -que no resisten ponerle chimichurri, dice- y su deseo de regresar algún día a vivir en la calma de las sierras cordobesas.

“Quiero que los norteamericanos se enamoren de nuestras empanadas”, dice Hernán Stutzer, que sueña con volver a la calma cordobesa de Villa General Belgrano. Por ahora vive en la isla Saint-Simons, frente a la costa del estado de Georgia. Es un lugar de ensueño y forma parte de las Sea Islands. Un lugar muy pequeño, que mide la cuarta parte de la extensión de la ciudad de Buenos Aires:

-Vinimos aquí hace seis años, luego de estar en Miami desde 1993.

Me lo cuenta este argentino de 45 años que está al frente del restaurante “Del Sur”, en ese pueblito de apenas 15.000 habitantes y famoso por sus campos de golf:

-Aquí se juegan varios torneos del circuito del PGA Tour… y golfistas famosos, como Davis Love III son clientes de mi restaurante… ¡A él le gustan mucho las empanadas!

Hernán creció en Villa Adelina, cerca de la Panamericana. Cuando tenía 17 años, su familia decidió radicarse en los Estados Unidos, en Miami. Los primeros tiempos no fueron fáciles y el propio Hernán empezó a trabajar de lavaplatos en una casa de comidas.

Atrás quedaba una infancia marcada por un recuerdo imborrable:

-La familia de mi papá vive en Villa General Belgrano, en Córdoba. Allí íbamos varias veces al año… Para mí Córdoba representa mi niñez, mi libertad… Nos divertíamos con mis primos, íbamos al Dique Los Molinos a tomar mate o al río Reartes a pasar el día… Me encantaba ese pueblo, esa vida, todo el mundo se conocía, con un sentido de comunidad muy arraigado…

La vida en Miami fue marcando su destino. Conoció a su esposa, se casó, tuvieron dos hijos. Y además se formó en el Cordon Bleu, donde aprendió todos los secretos del negocio gastronómico.

El restaurante Del Sur en Saint Simons Island, en GeorgiaEl restaurante Del Sur en Saint Simons Island, en Georgia

Hasta que tomó la decisión de buscar otro lugar para vivir:

 

-Miami es un lugar maravilloso, pero yo buscaba algo que me permitiera recuperar aquello que disfruté en Córdoba… Y quería que mis hijos se criaran en un ambiente natural, lejos de una ciudad.

Así fue que se instalaron en Saint-Simons, donde comenzó a concretar un sueño:

-Con mucho orgullo le muestro a la gente de acá nuestra hermosa cultura por medio de la cocina… Cocinamos empanadas, chorizo, provoleta y entraña entre otras cosas... Hemos logrado que la cultura de la empanada se instale en esta pequeña isla y por eso estamos muy contentos…

Tiene mucho para contar. Entre otras cosas, el raid que hizo desde Georgia hacia el oeste, llegando a California:

-Creo que la empanada puede ser un símbolo de integración… Llegamos a Los Ángeles y en el camino fuimos parando en todos los pueblitos, donde jamás habían visto una empanada… ¡Les enseñamos a hacerlas y les encantó!

Vivimos en Miami con mi familia desde el 93 hasta el 2014. Yo arranqué como te digo lavando platos en este restaurante. Después arranqué de ayudante de camarero. Después camarero. De gerente. Y bueno, nada, después llegó un punto en el que quería siempre tener mi propio restaurante ¿no? Quería tener mi propio lugar. Y bueno, la verdad que con muchísimo trabajo fui a una escuela de artes culinarias que se llama Le Cordon Bleu en Miami ¿sí? Entonces fui ahí a aprender un poco de lo que es la parte de lo que le llaman el back of the house ¿no? La parte de atrás de lo que es el restaurante, lo que es cocina. Yo tenía bastante claro el tema del frente, lo que es camarero, todo lo que es la parte de recibir a los clientes, pero la parte de atrás estaba un poco flojo. Entonces decidí ver. Ir al Cordon Bleu y ponerme más canchero con el tema de cocina.

 

La gente que vive acá, nos han recibido con brazos abiertos. Son gente muy, muy amable. Es más, muchísimos de ellos han viajado a la Argentina, han ido a Bariloche, han ido a pescar trucha, han ido a cazar a Córdoba. O sea, yo como que al mudarme de Argentina quise traer un pedazo de la cultura nuestra, me encanta comer, lo que es la comida no lo quise perder nunca, y creo que eso fue un poco el motor que me llevó a abrir un restaurante también.

 

 

fuente: infobae

 

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