La cita internacional es la más conflictiva en años. Dos bloques, uno aperturista liderado por Europa y Asia, y uno proteccionista, encabezado por EE.UU, chocarán en este foro.
La ciudad alemana de Hamburgo acoge desde esta mañana la cumbre del G-20 más conflictiva en años. El foro que tomó fuerza en 2008 como respuesta a la crisis financiera global podría ser estos días el choque entre dos concepciones del mundo. Una más abierta que defienden los europeos, los asiáticos y los latinoamericanos. Y la proteccionista y aislacionista que impulsa el Estados Unidos de Donald Trump y en parte el Reino Unido tras el ‘Brexit’.
Pero Europa, librecambista y proclive al comercio, también tiene sus tentaciones proteccionistas. El francés Emmanuel Macron pidió durante su campaña electoral una política ‘Buy European’ para el bloque y Bruselas cambió el relato hace meses para añadir a su defensa del libre comercio que éste no puede ser “naif”. Justifica así medidas proteccionistas, como contra el acero chino o como cuando en el pasado las introdujo contra los biocarburantes argentinos.
Hamburgo, en estado de sitio con más de 20.000 policías desplegados para hacer frente a las protestas, verá el choque entre esas dos concepciones, una más globalizadora y otra más nacionalista. Dos egos hipertrofiados, el de Donald Trump y el del ruso Vladimir Putin, se encontraron esta mañana en persona por primera vez mientras la alemana Angela Merkel daba la bienvenida a la reunión poniendo por delante las prioridades: comercio, lucha contra el cambio climático, el desarrollo de África y el empoderamiento de las mujeres.
Los europeos llegan a la cumbre unidos tras Merkel en su defensa del libre comercio tras acordar ayer las bases de un tratado de libre comercio con Japón y a finales del año pasado con Canadá. También pretenden defender el Acuerdo de París contra el cambio climático. Es su respuesta a lo que consideran la abdicación estadounidense de sus responsabilidades globales.
El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker recordaba esta mañana que la economía europea está creciendo el doble que la estadounidense y la británica, y los europeos consideran que los ataques de Donald Trump al superávit comercial alemán son un ataque a toda la UE.
Donald Trump por su parte, según adelantó antes del viaje a Europa, pretende dar un giro a la política comercial estadounidense. Pero toda su agenda está marcada por su primer encuentro bilateral con el ruso Vladimir Putin mientras en Washington sigue adelante la investigación sobre la supuesta intervención del Kremlin en el proceso electoral que le dio el triunfo al magnate.
Trump reconoció ayer por primera vez que Moscú “pudo intervenir” en la campaña electoral, pero acusó al ex presidente Barack Obama de no haber hecho nada por pensar que la candidata demócrata Hillary Clinton ganaría las elecciones. El mandatario estadounidense, que aseguró esta mañana en Twitter que en el G20 sólo se habla de los servidores informáticos del Partido Demócrata estadounidense (en lo que parece otro encontronazo con la verdad), también dijo el jueves en Varsovia que Rusia ejerce una política exterior “desestabilizadora”.
Fuente: Clarín