El dólar cotiza en torno a $37 tras pasar $40 hace tres semanas pero la baja aún no se traslada a los precios.
El viernes 28 de septiembre, el dólar minorista cerró en $41,42. El lunes siguiente, 1 de octubre, empezó a regir la política de bandas de flotación del tipo de cambio y desde entonces la divisa se fue deslizando hacia la zona de $37, en la aparece instalada esta semana. Mientras el dólar tiende a estabilizarse no pasa lo mismo con los precios. La inflación de septiembre fue de 6,5%. Y pese al retroceso del dólar, los analistas no ven chances de que los precios bajen.
“Es muy difícil que haya un retroceso en los precios, lo que si puede pasar es que la estabilidad ayude a desacelerar la suba”, indica Camilo Tiscornia, de C&T Consultores. “Todo tiende a aumentar por la inercia inflacionaria. Los precios no suben únicamente por el dólar, la inflación tiene muchos componentes: las expectativas, las tarifas, los salarios, entre otros”. Además, Tiscornia indica que “no todos los precios se acomodaron perfectamente al valor del dólar”. En el año, el dólar subió 130%, mientras que la inflación acumulada a septiembre es de 32,4%.
“El hecho de que el dólar ahora no suba frena una segunda parte de los aumentos. Por eso creo que hay una chance importante de que baje la inflación en noviembre y diciembre respecto de los niveles de septiembre y octubre. Además del dólar, va a jugar a favor que no habrá grandes aumentos de los precios regulados y que las tasas altas de interés frenan la demanda. La inflación podría moverse entre 2 y 3% en noviembre y diciembre, bajando del 4 o 5% que habrá en octubre. No sería una baja menor”.
Para Guido Lorenzo, de la consultora ACM, “la inflación se va formando como un proceso. Los precios no suben tanto por lo que ocurrió en el pasado sino por la expectativa de lo que puede pasar. Una vez incorporado ese componente en las expectativas, difícilmente lo puedas sacar”.
“Hay cierta inflexibilidad a la baja en los precios. Una vez que se fijó un precio, tanto el productor como el comerciante sienten que si lo bajan salen perdiendo”, señala Lorenzo.
Ni siquiera en los productos vinculados directamente con el dólar, como los combustibles, podría esperarse una baja. “Como en naftas todavía persiste un atraso muy fuerte, en mayo se había acordado un esquema de subas en pesos para alcanzar el equivalente internacional del precio, por eso las correcciones se hacen en cuotas del 8 o 10%. A esto se agrega que el petróleo estuvo subiendo más también. La nafta bajaría junto con el dólar si el precio estuviera plenamente liberado y el petróleo estuviera estable”.
fuente: clarín