Rodolfo Nicolás Beltrán tenía 20 años y era el menor de varios hermanos. Alrededor de las 16, el joven salió de compras en su moto, pero no pudo llegar muy lejos. A sólo un par de cuadras fue baleado por desconocidos. Uno de los proyectiles le perforó el pecho.
Sus hermanas lo encontraron ensangrentado e inconsciente, por lo que una de ellas decidió cargarlo en la moto de una amiga y trasladarlo hasta el hospital Padilla.
Pero cuando llegaron a la guardia del nosocomio, el joven ya había muerto.
Dolor y llantos
Natalia Beltrán (34), hermana del joven fallecido, contó que a pesar de que el crimen ocurrió a la vista de varios vecinos, nadie se atrevió a contar lo sucedido, por lo que las pistas con la que cuenta la Policía son muy pocas. La policía asegura que el barrio Alejandro Herida es una “zona roja” de crímenes y delitos.