Fue asesinada junto a otras 11 personas, entre ellas Byron Lima, el “rey de las cárceles”. La joven trabajaba para una empresa del recluso, a quien visitó en el momento que se produjo una salvaje pelea
El ex capitán del ejército guatemalteco Byron Lima, conocido como “el rey de las cárceles” murió el lunes junto a 12 personas, entre ellas una mujer de nacionalidad argentina oriunda de Misiones, en un enfrentamiento entre dos bandas que se disputaban el control de la prisión de máxima seguridad Granja Penal Pavón, ubicada cerca de la capital del país.
La joven argentina, de 24 años, se llamaba Joanna Birriel y era oriunda de la provincia de Misiones.
Birriel había llegado a Guatemala en 2011 y se dedicaba a proyectos ambientales, además de ser conocida como modelo. Fue asesinada dentro de la prisión mientras sostenía una reunión con Byron Lima, momento que se produjo en simultáneo con el ataque.
Según informó el gobierno guatemalteco, el enfrentamiento se desencadenó a raíz del grupo del narcotraficante Marvín Montiel Marín, alias “El Taquero”, quien estaba recluido por el asesinato el 26 de abril de 1998 del obispo católico Juan Gerardi Conedera, un luchador por los derechos humanos. La disputa arrancó con el lanzamiento de una granada en contra de Lima, como parte de la disputa por el control de la cárcel, según consignaron EFE y el portal Siglo.21.
Montiel Marín, a quien las primeras hipótesis le asignan la responsabilidad del ataque, cumple una pena de 820 años de prisión por la matanza de 16 turistas, 15 de origen nicaragüense y un holandés.
La agresión se produjo cuando al menos 125 personas, entre ellas niños y mujeres embarazadas, se encontraban en el interior de la cárcel visitando a sus familiares, las que fueron evacuadas en un operativo en el que participaron mil agentes, entre policías, guardias y militares.
Lima era uno de los presos más poderosos del país. Había participado del asesinato del obispo Gerardi junto a su padre, el coronel retirado del Ejército Byron Lima Estrada, y el sacerdote Mario Orantes, quienes ya recuperaron su libertad. En ese crimen también estuvo implicado el especialista Obdulio Villanueva, quien fue asesinado en 2003 durante un motín en la cárcel.
Gerardi fue asesinado el 26 de abril de 1998, dos días después de presentar el informe interdiocesano “Recuperación de la Memoria Histórica (Rehmi). Guatemala: Nunca Más”, en el que se documentan más de 54.000 violaciones de los derechos humanos durante el conflicto armado interno (1960-1996), el 90 por ciento atribuidas al Ejército de Guatemala.
El capitán, desde su ingreso en prisión en 2001, fue tejiendo una red a nivel militar, político y económico, tanto que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) lo acusó en 2014 de cobrar 100.000 dólares por manipular los traslados de detenidos, un caso que provocó la detención de varias personas, entre ellas del director de cárceles en ese momento, Edgar Camargo.
También se le atribuye la confección de camisetas, con mano de obra de reclusos, para el Partido Patriota, del ex presidente Otto Pérez Molina.