Escritores contra la Pandemia | Compartimos un poema de Manuel Rivas en vísperas de esta jornada especial del Día del Padre. Agradecemos que comparta esta producción tan íntima en este ciclo de Diario Cuarto Poder.
A mi Padre
Tu risa de amigo merodea
mi recuerdo aún tangible,
todavía vivo en mi mente,
de tu persona, de tu ser.
Ya no eres, ya no estás…
Certezas firmes como sentencias,
como implacables designios
de un dios que tira sus dados.
No tendré tu abrazo paternal,
tu voz de aliento, tus palabras,
esas muletas que me sostenían,
que evitaban mis caídas.
Por eso me ato a un hilo de oro
que me sostiene desde lo alto;
sólo allí puede estar tu alma
alegre como una pirueta.
Me propongo traerte de nuevo,
recrearte en escenas, en pasajes,
en momentos de felicidad
que nos regalaste sin saber,
sin querer, porque sin culpa
viviste sin saber amar.
Improvisaste aquello que nunca
te dieron en esa simple edad
en que abundan los sueños,
como las ilusiones más grandes
que reinventan el mundo.
Manuel Rivas