Por Fabián Seidán – Diario Cuarto Poder / El avance de una comunidad mapuche en el objetivo de crear dentro de nuestro país su propio Estado libre e independiente, se hace cada vez más palpable en la Patagonia. La iniciativa de recuperar su “territorio ancestral” cuenta con respaldo internacional y también interno, con funcionarios argentinos que los apoyan, no actúan frente al delito o se hacen los distraídos.
Territorio en peligro
Desde hace varios años grupos de malvivientes autodenominados “mapuches” vienen actuando de manera delictiva en el sur del país: armados, de manera violenta, usurpando y quemando tierras y propiedades de vecinos legalmente asentados en Río Negro, Neuquén y Chubut, las tres principales provincias afectadas, donde pretenden crear su Nación.
No respetan a las autoridades argentinas, nuestras insignias patrias ni nuestro territorio. Propugnan levantar su nación dentro de la Argentina y para ello cuenta con apoyo de organizaciones internacionales radicadas en Inglaterra, Suecia Francia y Alemania. Un plan macabro con tientes económicos (inmobiliario) que pretende restar espacio nacional bajo la consigna de que se trataría de tierra que les pertenecían históricamente antes de la conquista. Y Argentina parece dormida, no reacciona o –lo peor- no quiere reaccionar.
Al lado de los separatistas
Hace uno días nos desayunamos con la irrisoria (por no decir triste) noticia de que el embajador argentino, Rafael Bielsa, fue a una audiencia judicial en Chile a pedir por la libertad del líder mapuche, Facundo Jones Huala, detenido y condenado en el vecino país por crímenes contra vecinos cometidos en nombre del pueblo mapuche. Huala, no sólo cometió crímenes en el país trasandino sino también en Argentina, por lo que no se entienden los motivos que llevaron a un diplomático de nuestro gobierno a pedir por su liberación.
Ayuda externa e interna
Jones Huala es el principal referente de la organización mapuche que no reconocen nuestra bandera, símbolos patrios ni autoridades; y que protagoniza constantes desafíos a la institucionalidad del país. Y lo hace porque no está sólo. Recibe apoyo del extranjero para crear en la Patagonia un nuevo y estratégico Estado autónomo de Argentina.
A tal punto está todo esto avanzado que ya cuentan hasta con un mapa de la “nación mapuche”, que lo difunde por el mundo una organización inglesa.
Pero no sólo eso. La implicancia del Gobierno argentino en defensa de este peligroso referente mapuche condenado por hechos de violencia en su lucha por crear la “nación mapuche” sobre buena parte del territorio de Argentina, es difícil de entender.
Guerra de guerrilla
El Auditor General de la Nación, Miguel Ángel Pichetto, se mostró preocupado por el avance mapuche y el apoyo del gobierno actual a Huala: “Hablan de un estado separado, son separatista”, advirtió el dirigente político.
Más prueba: los mapuches de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) y la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) le declararon la “guerra a Argentina y Chile”, y de ahí tantos actos de sabotajes, incendios y amenazas en la provincia de Río Negro.
Y a pesar del pedido de apoyo del gobierno local, la Nación mira para otro lado y se desentiende de la problemática. ¿Por qué?
Los mapuches tienen apoyo de una sede inglesa en Bristol, Inglaterra, que explica al mundo desde su sitio web que “the Mapuche Nation (sic) está situada en lo que se conoce como el Cono Sur de Sudamérica, en el área actualmente ocupada (sic) por los Estados argentino y chileno”.
Desde el río Colorado al Sur
“El día 11 de mayo de 1996, un grupo de mapuches y europeos comprometidos con el destino de los pueblos y naciones indígenas de las Américas, y en particular con el pueblo mapuche de Chile y Argentina, lanzaron la Mapuche International Link (MIL) en Bristol, United Kingdom”, explican las autoridades de esta organización: Atus Mariqueo-Russell (Relaciones Públicas), Carole Concha Bell (Prensa), Colette Linehan (administradora), Gerald Colfer (Soporte técnico), Pedro Arenas Rincón (equipo Derechos Humanos), entre otros. El mapuche Reynaldo Mariqueo es el secretario general. La organización acusa a los Estados chileno y argentino de ocupar ilegalmente territorio mapuche y exige la autodeterminación del pueblo indígena.
Según esta organización, la Nación Mapuche abarca todo lo que está al sur del Bío-bío (Chile) y del Colorado (Argentina), “hasta el estrecho de Magallanes”. Y se afirma que el pueblo mapuche” jamás renunció a sus derechos soberanos ni a la restitución de su territorio ancestral.
Y el Gobierno argentino calla sobre esto.
La mano de los Montoneros
Lo cierto es que la iniciativa del embajador Bielsa no pudo tener lugar sin una orden política del presidente de la Nación (o de la vicepresidenta). “Es la visión ideológica del actual Gobierno que viene tolerando las ocupaciones ilegales de tierra, actos de violencia, quemas, incendios, y demás actos terroristas en el sur”, sostuvo Pichetto.
¿Con qué autoridad se podrían luchar por nuestros derechos sobre las Islas Malvinas, los Hielos Continentales o la demarcación territorial en la Antártida Argentina?
Pero para ir aclarando tantos interrogantes, se puede decir que hay motivos qu unen a mapuches con el actual gobierno argentino: la ideología “Montoneros”.
“Hay componentes ideológicos, claro, y radicalizados. Hay una logística y tienen apoyo de abogados que se denominan Montoneros. Cuentan con apoyo de un dirigente montonero de mucha historia, uno de los hombres que estaba al lado de Firmenich, que se llama Roberto Cirilo Perdía, es abogado y ha estado patrocinando a estas comunidades y a los grupos violentos”, reconoció el Auditor General de la Nación.
Sino cómo se explica que la reivindicación mapuche sea convalidada por organismos nacionales como el INADI, la Procuración del Tesoro, La Secretaría de Asuntos Indígenas, el Ministerio de Defensa, la Secretaría de Derechos Humanos, el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible que comanda Juan Cabandié; etc; muchos de ellos hijos de ex montoneros y otros fundamentalistas indigenistas.
Combaten para separarse
Mientras tanto, los RAM rechazan “cualquier salida negociada” porque creen que no están dadas las condiciones como pueblo para ello, y advirtieron que “debemos seguir acumulando fuerzas en la confrontación, creciendo en experiencia combatiente para un verdadero proceso de Liberación Nacional Mapuche”.
“El enemigo conoce nuestras aspiraciones autonomistas revolucionarias ancestralistas, es ingenuo pretender ocultarlas, lo más maduro es expresar y dar la batalla política ideológica junto con el avance material del proyecto político, de esta forma superar la fragmentación creada por el Estado, sus cipayos y mapuche tibios. La unidad se dará en el calor de la lucha al confluir en método análisis y Mapuche Rakizuam frente al enemigo capitalista antítesis de todo nuestro mundo”. “Los niños mapuches crecerán y vencerán en el weichan, la tierra no se vende, se defiende. Fuera winkaes terratenientes de wallace mapu” , concluyeron en un comunicado.
Apoyo extranjero
Una amplia gama de organismos no gubernamentales que tienen un marcado sesgo radical e ideológico y cuya base de sustentación es la idea de que la solución al problema indígena pasa por la devolución de las tierras que habrían sido usurpadas por los sucesivos gobiernos republicanos, ejercen una fuerte influencia sobre algunos grupos indígenas minoritarios. Con este pretexto justifican todo tipo de irregularidades. Dentro de estas organizaciones se incluyen centros de estudios, fundaciones y partidos políticos de distintos países de Europa y Estados Unidos.
Así lo advierte un estudio elaborado por Libertad y Desarrollo de 2001. Algunas de estas organizaciones son: Instituto de Teología y Política de Münster (Alemania); Association Amérique Indienne (Bélgica); Asociación Mapuche Relmu (Francia); Mapuche International Link (Inglaterra); Ñuke Mapu (Suecia); Red Intercultural Tinku ( Finlandia); International Work Group for Indigenous Affairs (Dinamarca); Red de Apoyo a los Pueblos Indígenas (Noruega); The Canadian Alliance in Solidarity with the Native Peoples; League of Indigenous Sovereign Nations of the Western Hemisphere (EE.UU); y The South and Meso American Indian justifys Center. En Argentina los apoya el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Los seudo-mapuches, tienen ideas separatistas; no buscan derechos sino crear una nueva nación autónoma e independiente en suelo argentino. Hoy el país está frente a escenarios muy peligroso porque la idea mapuche está muy avanzada y el gobierno argentino no reacciona, duerme o –peor- se hace el dormido y convalida.