Del 3 al 6 de octubre se desarrolló la 5ª Edición de la Escuela de Resiliencia de Mercociudades, en la ciudad de Santa Lucía, en el Departamento de Canelones, Uruguay, evento que contó con la presencia del municipio de Banda del Río Salí, única ciudad tucumana con participación activa dentro de la asociación conformada por ciudades del Mercosur.
Ante la invitación dirigida al intendente Darío Monteros, participó del evento el coordinador de Relaciones Internacionales, Rodolfo Di Pinto; dado el interés de La Banda del Río Salí en impulsar acciones de política pública para avanzar en la resiliencia urbana para estar mejor preparados a la hora de anticipar, mitigar, adaptarse y desarrollarse frente a las múltiples vulnerabilidades a las que se expone una ciudad.
Organizaciones importantes
Es un encuentro totalmente presencial, con representantes de gobiernos locales de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay; participando además, organismos de escala mundial como Resilient Cities Network (R-Cities), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), Gobiernos Locales por la Sostenibilidad (ICLEI) y Unión Europea en Uruguay (UE), junto a funcionarios nacionales y locales.
“Un resumen de las acciones, se presentaron a través de una imagen que representa a la ciudad, explicando el por qué de su perfil, el interés en la temática de resiliencia y una problemática central desde esa perspectiva, recibiendo el aporte de una Estrategia de Resiliencia para nuestra exposición, creada por la oficina de Resiliencia de la ciudad de Montevideo y un experto de R-Cities”, señaló Di Pinto.
“Como esta 5ª Edición se realiza bajo la consigna ‘Gestión integrada de las aguas’, en la postulación presentada, se manifiesta que un grave problema de La Banda del Río Salí es la falta de cloacas y plantas de tratamiento de efluentes, lo que crea dificultades de aguas servidas en muy alto nivel, por lo que actualmente se está trabajando en una red universal, lo que eliminará la actual imposibilidad de construir en altura y la puesta en funcionamiento de varias dependencias públicas como ser el Centro Judicial del Este, el Centro Cívico Municipal, el Parque Industrial y de Servicios, el Nodo de Transferencia de Cargas y un Centro de Convenciones con hotelería”.
También se expuso que la situación económica agravada por el desempleo lleva a que el enfoque de resiliencia objeto de la municipalidad tienda a generar entereza en la sociedad, para enseñarle a que se adapte a este tipo de situaciones adversas para obtener resultados positivos. “Se trata de que la gente entienda que obtendrá un resultado compensatorio, así se sentirá protegida y se le generará un desafío a mejorar”, explicó el funcionario.
Éxito o estrés
“Se intenta demostrar a lo vecinos que poseen capacidad de tener éxito en su labor y de ese modo disminuir la carga de estrés que conlleva la adversidad de no tener un trabajo que les haga sentirse útiles y con un ingreso económico que les permita mantener un nivel de vida aceptable. El generarles un proceso de competitividad les permitirá adaptarse positivamente a estas situaciones hostiles”, apuntó.
Las temáticas de las ciudades participantes se trataron en general en una “Mesa de diálogo” sobre Cooperación para la resiliencia, dentro del Programa del BID.
“El compromiso por trabajar en la construcción de ciudades resilientes nace en el acuerdo estratégico de colaboración firmado entre R-Cities y Mercociudades en 2017 y la Escuela se alinea con los compromisos de la Agenda 2030, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre Financiamiento para el Desarrollo y la Nueva Agenda Urbana”, subrayó Di Pinto.
Vale resaltar que la resiliencia no es otra cosa que la entereza o capacidad que tiene alguien para adaptarse a situaciones adversas con resultados positivos.