Con el 0-0 en el Camp Nou, el equipo italiano hizo pesar la victoria del partido de ida.
Esta vez no hubo milagro para el Barcelona de Lionel Messi. En el Camp Nou, el equipo de Luis Enrique igualó 0-0 ante Juventus y no pudo remontar el 0-3 de Turín. El rosarino fue lo mejor de un equipo que buscó el gol con todos sus recursos, pero no pudo abrir la dura defensa del equipo italiano. Paulo Dybala y Gonzalo Higuaín están en semis.
El partido comenzó con nerviosismo y pierna fuerte. Dybala recibió una zancadilla de Rakitic primero y de Iniesta después. Barcelona esta vez le iba a marcar la cancha de entrada al cordobés que en Turín había sido la gran figura con dos golazos. Después de un tiro libre para Higuaín que el exRiver conectó de zurda con dificultad y no llevó peligro al arco de Ter Stegen, quedó bien clara la dinámica del partido: Barcelona a la carga; Juventus a la contra.
El primero que se escapó fue Juan Cuadrado, por la izquierda, pero Gerard Piqué neutralizó el ataque con una barrida heroica. Después, Higuaín se encontró con un rebote en la puerta del área, pero su derechazo se fue por encima del travesaño. Pero la visita se quedó.
El local se plantó en campo rival y Messi tuvo la jugada más clara a los 19, tras dominar un pase hacia atrás de Luis Suárez, pero la Pulga no le acertó al arco y perdonó a Gianluigi Buffon.
Barcelona dominó la pelota, pero no necesariamente el juego. Juventus se defendió bien. Menos Ter Stegen, el resto de los futbolistas que participaban del partido se encontraban en 30 metros, desde la línea de fondo del arco de Buffon. Hasta Higuaín se encargaba de controlar a Busquets. El Barsa no podía entrar.
Y cuando Juventus tenía una oportunidad intentaba lastimar. Otra vez apareció Higuaín en el área tras un pase de Cuadrado, aunque esta vez Ter Stegen le ahogó el grito. La temperatura subió para el final del primer tiempo. Iniesta vio la amarilla por bajar desde atrás a Cuadrado y Messi tuvo que ser atendido por un corte en el pómulo izquierdo tras golpear su cara contra el césped, luego de un choque con Miralem Pjanic. Tras esa acción, Neymar le entró con todo a Khedira y el árbitro holandés Bjorn Kuipers lo amonestó.
En el complemento, la tendencia se acrecentó. Juventus ya no se ponía colorado por defender a metros de Buffon y Barcelona comenzaba a demostrar signos de desesperación. En ese contexto, fue Messi el que tuvo las jugadas más claras, pero esta vez no pudo acertarle al arco.
El gol no llegaba y el reloj se consumía. Luis Enrique intentó romper las líneas de su rival con el ingreso de Paco Alcácer en lugar de Rakitic y sobre mandó a Piqué de nueve tras reemplazar a Sergi Roberto con Javier Mascherano. Y fue Masche -curiosamente- el que estuvo cerca de marcar tras un tiro libre desde la izquierda.
No hubo caso. Barcelona no pudo forjar otro milagro; como si todos los goles que tenía los hubiera gastado en la épica serie frente a PSG. Y la Juve se tomó revancha de la final perdida en 2015, sacó boleto para las semis y se consolida como uno de los cuatro mejores equipos de Europa.