La frase acuñada por Diego Latorre cuando era jugador de Boca y el vestuario ardía de líos, hoy vuelve a estar vigente.
Boca no tiene paz. En la vuelta a los entrenamientos del equipo de Barros Schelotto después de la dura derrota ante Aldosivi (el sábado en Mar del Plata) y en medio de un clima de dudas por el flojo rendimiento del equipo durante el verano, Juan Manuel Insaurralde y Jonathan Silva se tomaron a golpes en medio de un ensayo de fútbol táctico que había dispuesto el entrenador. Lo curioso es que ambos defensores compartían uno de los equipos. El Mellizo, muy enojado, los echó del entrenamiento con gestos de fastidio (“Estos dos, a la mierda. Váyanse los dos y si quieren no vuelvan más, la puta madre”, gritó) pero siguió adelante con la práctica en medio de un clima inesperado para el líder del torneo, que arrastra malos resultados en los amistosos de pretemporada y que todavía no supo reponerse de la salida de Carlos Tevez.
El conflicto fue por un intercambio de insultos durante el ensayo de parte del marcador central contra el ex Estudiantes de La Plata, quien arrojó trompadas contra Insaurralde (en diciembre de 2010 ya se había agarrado a trompadas durante un entrenamiento del equipo con Jesús Méndez), uno de los pocos referentes que quedaron en el plantel y quien terminó con la remera de entrenamiento rota. Esta vez, fueron Santiago Vergini y Leonardo Jara los primeros en separar al lateral izquierdo (luego se sumaron Carrizo y el preparador físico Javier Valdecantos) quien estaba visiblemente más agresivo que el central.
El DT ahora definirá si toma alguna sanción (ya se mostró inflexible en otras oportunidades), pero fue Gustavo Barros Schelotto quien acompañó al vestuario a los futbolistas para intentar tranquilizar la situación (se fueron entre insultos y por pasillos separados) de dos futbolistas que siempre muestran un carácter fuerte. De parte de la CD (Angelici está en los Estados Unidos) hubo una comunicación con el cuerpo técnico y evaluarán sanciones para los jugadores.
En la práctica se había reincorporado Ricardo Centurión (una distensión en el psoas de la pierna izquierda) pero tuvo la ausencia de Pablo Pérez, quien tiene un esguince en su tobillo y que tendrá para dos semanas de recuperación.
Fuente. Clarín