Al Xeneize le llegaron mucho, pero fue muy efectivo, logró su tercera victoria consecutiva y se acercó a cuatro puntos del líder Gimnasia.
Aún sin jugar bien más allá del atenuante de la gran cantidad de bajas que sufrió, Boca Juniors consiguió su tercera victoria consecutiva en la Liga Profesional y da pelea: derrotó 2-1 a Colón en Santa Fe. Norberto Briasco y Luca Langoni anotaron para el vencedor, que se acercó a cuatro puntos de la cima del torneo, hoy en propiedad de Gimnasia La Plata. El Pulga Rodríguez, de penal, había firmado el empate parcial para un Sabalero que mereció algo más.
El dueño de casa también se adueñó del desarrollo en los primeros compases, con mucha agresividad, la proyección de los laterales, Farías en función de volante izquierdo y Bernardi suelto, sin dar referencias. Así, el Sabalero generó dos chances claras para convertir. A los 3 minutos, Rossi atajó un intentó de Perlaza y Wanchope Ábila se encontró con la red, pero el tanto fue anularo por offside. Y a los 6′, la Joya Farías probó desde afuera del área y el portero visitante sacó por encima del travesaño.
No obstante, el golpe sobre el césped lo dio el Xeneize. A los 10, Payero limpió el camino para Fabra, quien escaló, gambeteó y asistió a Norberto Briasco, quien definió con el pie bien abierto para firmar el 1-0 en su primer encuentro desde noviembre de 2021. Así, resolvió los problemas que había mostrado el elenco dirigido por Hugo Ibarra en la elaboración, con el tridente ofensivo algo aislado.
El grito determinó una configuración clara del cotejo. Colón, igual de ambicioso y además necesitado, y Boca con espacios de contra, como a los 11, cuando Benedetto quedó en diagonal a la valla, remató cruzado y Chicco logró tapar con su cuerpo.
A los 37 minutos, la búsqueda del local obtuvo sus frutos. Luis Miguel Rodríguez filtró para Wanchope Ábila, quien quedó algo abierto y apostó a gambetear a Rossi, que se arrojó y le cometió un penal evitable.
El duelo quedó determinado entre Rossi, un especialista en atajar disparos desde los 12 pasos, y el Pulga, un ejecutor sutil. Tal vez conociendo las virtudes de su adversario, el ex Atlético Tucumán y Gimnasia no dudó: le pegó fuerte al medio para rubricar el 1-1.
En el segundo tiempo, Boca se quedó con la posesión de la pelota, la hizo circular, pero abundaron los pases laterales y no profundizó. Fue en ese tramo cuando más se notó la falta de un revulsivo como Villa, operado de una rotura de meniscos -también le falta Exequiel Zeballos, otro especialista en el uno contra uno. El Sabalero, por su parte, presionó a partir de la zona de volantes y aceleró cuando recuperó. A los 3 minutos del complemento, Rodríguez hizo correr una asistencia entre las piernas de dos defensores y Ábila tiró desviado. A los 14′, el propio Wanchope se inventó una mediavuelta, que pasó junto al palo derecho de Rossi.
El Xeneize sólo asustó con un remate de Benedetto. Ibarra buceó en el banco en busca de ideas y saltaron al campo Molinas y Vázquez. A los 23, una aventura de Bernardi casi quiebra la paridad. Regateó, trabó, pero cuando llegó cara a cara con el portero, resolvió mal y Rossi atenazó.
Acto seguido surgió la jerarquía auriazul. A los 28, Payero probó de media distancia, Chicco rechazó el tiro envenenado, la defensa local durmió y Langoni, como ante Atlético Tucumán, facturó: 2-1.
Langoni otra vez fue héroe, como ante Atlético Tucumán: tres goles en dos encuentros. Es verdad, no fue tan desequilibrante como en La Bombonera, pero apareció cuando más lo necesitaba su equipo que, si bien tuvo algo de juego desde los pies de Molinas, sufrió hasta el epílogo.
Schott tuvo su chance y su tiro dio en Fabra, Farías contó con su oportunidad y el intento salió ancho, el cabezazo de Goltz se marchó por encima del travesaño y Pierotti volvió a probar la confianza de Rossi. En conclusión, no le sobró nada a Boca. Pero ganó. Otra vez. Amaga con pelear por el título. Y el envión lo lleva con ambiciones a las puertas del Superclásico del domingo 11 de septiembre.