El combinado juvenil del Xeneize que dirige Silvio Rudman se impuso 4-1 en los penales, con dos atajadas de Díaz Robles, tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario, y se quedó con el título por primera vez en la categoría.

Boca se coronó campeón de la Intercontinental Sub-20 tras vencer por 4-1 en los penales al Az Alkmaar de Países Bajos, vigente campeón europeo. El Xeneize tuvo como gran figura a Sebastián Díaz Robles, que tapó dos en la tanda, tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario. Los dirigidos por Silvio Rudman levantaron el trofeo de la categoría, que tuvo su segunda edición, por primera vez en la historia.

El arquero de 19 años, quien es suplente en la Reserva de Leandro Brey, ausente por haber sido convocado a la Selección Argentina Sub-23, se hizo gigante en la tanda y detuvo dos remates. El Xeneize fue superior en gran parte del partido, aunque la actuación del primer tiempo fue asfixiante. No solo dominó la pelota y manejó el timing del encuentro, sino que tuvo las chances más claras de gol. El equipo neerlandés ni siquiera se acercó al arco defendido por Díaz Robles.

Las llegadas peligrosas de Boca vinieron con la pelota parada. La pegada de Mauricio Benítez, que salió a los 23 minutos del complemento, fue un arma blanca que lastimó al AZ en cada ocasión. Ignacio Rodríguez fue el encargado principal de conectar esos balones, pero no pudo colocarla adentro de los tres palos.

El Xeneize, que fue alentado por 37 mil personas y desde el palco el vice Juan Román Riquelme siguió atento las acciones, comenzó a quedarse sin piernas sobre el final del primer tiempo y el rival no se lo perdonó. Dave Kwakman lideró una contra letal y sacó un remate foribundo desde afuera del área que se desvió en Di Lollo. La pelota se metió pegada al palo izquierdo de Díaz Robles y puso el 1-0.

Pese a que AZ creció en el juego a partir del gol, Boca siguió siendo superior y ganó cada pelota dividida. Los frutos aparecieron, con un tanto de fortuna, a los 13 del complemento. El equipo de Rudman obtuvo un tiro libre desde la izquierda y el encargado, como no podía ser de otra forma, fue Benítez. El volante xeneize metió un centro venenosísimo al primer poste que podría haber cabeceado Valentín Fascendini o Nahuel Genez, pero la terminó empujando el defensor Enoch Mastoras.

 

 

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