Guillermo Barros Schelotto analiza variantes fuertes para el partido frente a Newell’s, decisivo para el futuro de muchos.

Aún tambaleante después del golpazo que significó la derrota con River, Boca iniciará hoy el camino rumbo a una recuperación tan necesaria como urgente y obligada. El reencuentro del plantel será desde las 9.30, en el Complejo Pedro Pompilio. Allí, seguramente, habrá otra charla grupal, similar a la del vestuario local de La Bombonera tras el 1-3 en el superclásico.

El lunes libre se hizo largo. Ricardo Centurión, que había dejado La Bombonera desconsolado por haber podido jugar apenas 14 minutos, hizo reposo absoluto, a la espera de los estudios que se realizará hoy y que determinarán la gravedad de su lesión. El parte médico oficial habló de “molestia en el isquiotibial derecho”, pero se sospecha un desgarro de grado 2, que marginará al delantero por tres semanas.

Los Barros Schelotto vieron otra vez el partido, acción frecuente del día después a la que siempre se suma Ariel Pereyra. El análisis en frío tenía una intención: “Ver los motivos de los errores y tomar decisiones”. Todo indica que, irremediablemente, los próximos pasos vendrán acompañados por decisiones fuertes. “Para eso soy el técnico. Estoy abierto a realizar cambios”, anticipó el DT en la conferencia de prensa, en un claro llamado de atención. Ninguno es intocable.

El problema surgirá cuando se analicen las variantes. Entonces quedará en evidencia algo que se repite como una constante desde hace años: Boca es el club con el mayor presupuesto de la Argentina (casi duplica a River) y compra mucho. Pero en muchos casos, se duda del beneficio de las incorporaciones por la relación precio/rendimiento.

El que parece estar fuera de toda discusión es Wilmar Barrios. El colombiano supo esperar su oportunidad y cuando la tuvo, ante las lesiones de Fernando Gago y de Sebastián Pérez, no la desaprovechó. El volante central se destacó ante Patronato, Atlético de Rafaela y Arsenal. Su marca, en la mayoría de los casos sin cometer faltas, y su despliegue enriqueció al equipo. Sin embargo, volvió al banco cuando se recuperó Gago y Pablo Pérez cumplió la sanción. La partida de Bentancur le abre la puerta entre los titulares, aunque Guillermo deberá confirmarlo.

Son semanas en las que los Mellizos también evaluarán el futuro. En junio próximo definirán con Daniel Angelici la continuidad en Boca. Seguramente, las charlas comenzarán ni bien el presidente vuelva a la Argentina. Guillermo y Gustavo le manifestarán su preocupación por la falta de jugadores de peso en la defensa. De hecho, desde el círculo íntimo de los entrenadores aseguran que esta vez no aceptarán opciones alternativas, algo que en los últimos mercados de pases terminó siendo un dolor de cabeza.

Si pudiera, el equipo de la Ribera jugaría hoy mismo ante Newell’s. La sed de revancha inmediata es tan intensa que deja en evidencia todo lo que faltó anteayer. Cuando un deportista termina su actividad con esa necesidad es porque, más allá del resultado y de diversos factores, es consciente de que no lo dio todo. Eso siente hoy cada integrante del plantel.

La que comienza es una semana crucial. No sólo para Boca, sino también para el cuerpo técnico. El próximo domingo, el líder deberá demostrar, y demostrarse, por qué está en lo más alto de las posiciones. Será una prueba de carácter -otra más- frente a un rival directo que también tuvo una dura caída en el clásico. El factor anímico será determinante en un plantel que acusó el golpe y que tendrá que hacer pie sin pérdida de tiempo.

Fuente: Canchallena

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