Instalado en Santiago de Chile desde hace un tiempo ya, sólo de vez en cuando Claudio Borghi, DT y ex futbolista, camina las calles de Buenos Aires.
Se quedará hasta el domingo para reencontrarse con familiares y cumplir con compromisos sociales. Sin dejar de sentirse argentino, su mirada es la de un visitante, la de alguien que va descubriendo imágenes y sensaciones a cada paso. Y su última y más reciente impresión lo tiene un tanto decepcionado.
“Vengo a la Argentina y veo como 20 cortes de calles por los piquetes. Y nadie hace nada. Los que cortan las calles piden unas regalías, creo. ¿La solución es pagarles para que levanten los cortes? Es una extorsión normalizada. El otro día fuimos a hacer unas notas en la calle y los policías me preguntaban: ‘Bichi, ¿cómo funcionan en Chile los piquetes?’ Les contesto: el Gobierno les reserva unas vías a los manifestantes, son carriles exclusivos por los que pueden marchar, pero no se te ocurra cortar las calles que están liberadas. ‘¿Y si las cortan?’, me preguntan. Te cagan a palos. Los demás también tienen derecho a circular. Manifestate, de acuerdo, pero no me acampes en la Avenida 9 de Julio. Llegás a una ciudad como Buenos Aires que a mis compañeros chilenos les sorprende, con una arquitectura hermosa y una amplia oferta cultural y gastronómica. Fueron a esas jornadas Leer y Comer y se compraron como diez libros cada uno. Estaban maravillados. Pero también ves calles sucias, muchas rotas, con gente durmiendo en las veredas, eso da pena”.