La llamada economía de conocimiento incluye puestos en las áreas de software, producción audiovisual, biotecnología, electrónica, y servicios profesionales hasta industria aeroespacial. Son empresas del tercer complejo exportador.
Gana terreno
Uno de los sectores que más terreno ganó en el entramado productivo argentino en los últimos años fue el de los servicios basados en el conocimiento, un conjunto de actividades que atraviesan transversalmente a la economía y que abarcan desde finanzas, videojuegos, hasta salud e industria. A pesar de que no quedaron fuera del impacto de tres años de recesión y más recientemente la pandemia, algunos indicadores muestran que fue un rubro que mostró cierta resiliencia: según estimaciones de las compañías y del Gobierno, este año y los próximos requerirán unos 10.000 puestos de trabajo nuevos por año con sueldos que arrancan cerca de los seis dígitos y, en algunos casos, con un requerimiento de instrucción técnica básica.
Economía del conocimiento
Medir de forma precisa cuál fue el desempeño de un sector como la economía del conocimiento en la actividad productiva no es fácil, ya que está incluido en varios de los clasificadores que utiliza el Indec para medir el avance o retroceso de la producción. En este sentido, se trata de un rubro que está presente tanto en Comunicaciones, como en Servicios Profesionales.
Al tratarse de una actividad relativamente “nueva” en el mapa productivo argentino, el capítulo regulatorio es una historia que todavía está escribiéndose. La primera gran referencia fue la Ley de Economía del Conocimiento que presentó el gobierno de Mauricio Macri a fines de 2018 y que fue aprobada el año siguiente por el Congreso. Durante la presidencia de Alberto Fernández esa norma se modificó y el Frente de Todos aprobó un nuevo marco regulatorio para las compañías de esta rama de actividad.
El jueves último el Gobierno reglamentó, después de varios meses de tener la ley promulgada, la reducción a cero de la alícuota del 5% para las firmas exportadoras de servicios, una medida que las compañías del sector consideraban decisiva. Según estimaciones oficiales, el impacto positivo en las cantidades exportadas recién se podrían ver hacia fin de año o el comienzo del próximo.
Nueva revolución
La nueva resolución fija el derecho de exportación en 0% para prestaciones de servicios realizadas en el país, cuya utilización o explotación efectiva se lleve a cabo en el exterior, siempre que sean efectuadas por los inscriptos en el “Registro Nacional de Beneficiarios del Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento”.
La economía del conocimiento ganó tal peso en la agenda productiva que en las últimas semanas las principales empresas del sector tuvieron reuniones de alto perfil con los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. De esas reuniones participaron ejecutivos de Accenture, Amazon, Argencon, Baker Mckenzie, Baufest, CESSI, Chevron, Epidata, Etermax, Finnegans, Flux IT, IBM, KPMG, Globant, GyL, Google, Harriague y asociados, Hexacta, Mercado Libre, Microsoft, Snoop Consulting, StellantisRGA, TGV, Tienda Nube, Ualá y Vates, entre otras.
Radiografía del sector: qué rubros crecen y por qué
Según la definición oficial, y para dejar en claro la variedad de actividades que están incluidas, la economía del conocimiento va desde la industria del software, producción o postproducción audiovisual, biotecnología, servicios geológicos y de prospección, servicios relacionados con la electrónica y las comunicaciones, servicios profesionales, nanotecnología y nanociencia, industria aeroespacial y satelital o tecnologías espaciales.
Dentro del propio rubro hay realidades heterogéneas, asegura el economista sectorial Santiago Manoukian, de la consultora Ecolatina. “La pandemia y las crisis afectaron de distintas maneras. Hay casos como de la publicidad o servicios empresariales, en los que el empleo y la cantidad de empresas viene cayendo; y de software y servicios de informática que es todo lo contrario. Es uno de los sectores ‘estrella’ de la economía. El empleo registrado creció en 2019 un 3% cuando el promedio de toda la economía cayó 4%. A pesar de que la crisis desde 2018 y la pandemia este sector siguió creciendo”, mencionó.
Muchos puestos de trabajo
Según las estimaciones de Manoukian, esta industria cuenta -de acuerdo a los últimos datos oficiales- con unos 430.000 puestos de trabajo, cayó 2,9% durante 2020 después de cinco años seguidos de crecimiento. Aún así, contrasta con el retroceso de 4,4% del total de la economía. Y en esa foto de los últimos cinco años el empleo privado se contrajo 6%, mientras que esta actividad estuvo 0,4% arriba.
En cuanto a cantidad de empresas, el último dato de 2019 revela que el sector de software se expandió 15% desde 2015, cuando el bloque general de servicios de conocimiento se redujo 7% en los últimos tres años de recesión.
El rubro es el tercero de mayor peso en las exportaciones. En 2020 sus ventas al exterior cayeron 6,5% interanual, a USD 5.600 millones, contó Manoukian, superó a las importaciones que sumaron USD 5.300 millones, y concluyó con un superávit de USD 300 millones, fue menos de la mitad que el registrado el año previo.
Contrataciones
La contracción de las cantidades exportadas es una tendencia de los últimos tres años, que contrasta con cierto crecimiento o caída de menor intensidad en relación con el resto del entramado productivo. En 2018 y 2019 esas bajas estuvieron explicadas por la devaluación del peso que redujo el valor en dólares de lo exportado, aunque en términos reales seguían avanzando, explicó el economista de Ecolatina. El 2020 la disminución estuvo influida por la caída del comercio internacional que provocó la pandemia. Estados Unidos explica actualmente el 45% de las compras de servicios basados en el conocimiento que produce la Argentina.
El Gobierno espera que la eliminación de los derechos de exportación tenga algún impacto desde fin de este año o comienzos de 2022, según explicó María Apólito, subsecretaria de Economía del Conocimiento, que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo y que encabeza el área que sostiene un ida y vuelta con las empresas del sector. “Hemos tenido reuniones con las empresas para entender cada modelo de negocios. Escuchar al sector privado es clave y el Estado con beneficios fiscales puede aportar a la competitividad del sector”, afirmó.
Desde Argencon -una de las cámaras que nuclea a empresas de economía del conocimiento- remarcaron las dificultades que consideran que mantiene el rubro y los riesgos a futuro. “El marco macroeconómico, normativo y tributario siguió (en 2020) siendo complejo, con una sensible desventaja respecto del entorno que ofrecen países directamente competidores, globales y regionales, que muestran incrementos sostenidos de sus exportaciones”, consideró la entidad en un informe de resumen de la actividad del año pasado.
“Permanecen como amenazas inmediatas la tendencia a la ‘fuga de empresas’ y la ‘fuga de talentos’, que debilitan nuestro ecosistema al derivar su crecimiento hacia países que ofrecen mejores condiciones de desarrollo”, advirtieron.
Las oportunidades laborales que se abren
Uno de los aspectos que aparecen en las conversaciones con las empresas es la necesidad de cubrir puestos de trabajo de forma rápida. Según explicó Apólito, el Gobierno estima que -de acuerdo a las proyecciones de las cámaras del sector de la economía del conocimiento- precisarán cubrir 10.000 puestos de trabajo por año para sectores como software, industria 4.0 y analítica de datos, principalmente. “Hay pymes de software que hace 3 o 4 meses tienen entre 70 y 80 vacantes de trabajo”, mencionó. Y destaca un rubro en particular: videojuegos. “Creció muchísimo, va a necesitar unos 1.000 puestos de trabajo al año”.
En ese sentido, el Ministerio de Desarrollo Productivo busca facilitar a esas empresas que consigan empleados con la formación técnica necesaria en el menor tiempo posible. “Son números que generan expectativa y tenemos que ir acompañando con formación ad hoc y relativamente rápida que responda a la demanda del sector productivo. Hay que formar gente lo más rápido posible”, dijo Apólito.
Sin carrera universitaria
No es necesario realizar una carrera universitaria para estar habilitado para trabajar en esta actividad. “Es un sector muy inclusivo. Una persona que no terminó la secundaria podría trabajar, no es necesiario que termines un estudio formal para empezar en programación, son tareas que en muchos casos son intuitivos”, añadió la funcionaria. El Gobierno espera tener hasta 30 mil personas capacitadas en programación con cursos de hasta 8 meses trabajando en empresas de servicio del conocimiento.
Un detalle no menor es la calidad y remuneración de este tipo de trabajos. Según Santiago Manoukian, hacia marzo de 2021 la remuneración promedio de un trabajador del sector de servicios del conocimiento fue de $102.500, un 20% más que para el resto de la dotación de personal privado del país. “Los salarios de este sector tienen a crecer más que los del resto”, apuntó el economista.
Salarios jugosos
Dentro del sector, los salarios más jugosos están en las actividades informáticas ($175.400 en promedio), consultores en informática y suministros de programas informáticos ($132.000) y servicios de publicidad ($112.000). “Un junior (en el sector software, videojuegos o exportación de servicios profesionales) está cobrando entre 85.000 y 90.000 pesos. Se resalta que esta industria arranca con sueldos de entre cuatro a cinco veces el salario mínimo”, contó Apólito.
Entre las grandes empresas del sector, sin ir más lejos, en la últoima semana hubo dos que publicaron búsquedas de trabajadores. Una de ellas es Tiendanube, una plataforma de comercio electrónico, abrió 70 vacantes para cubrir puestos para las áreas de tecnología, operaciones, producto, ventas, marketing, recursos humanos y nuevos negocios.
La empresa pone algunas zanahorias para atraer postulantes: 15 días hábiles de vacaciones por año, actualizaciones de salario trimestrales, ajustes semestrales por performance, flexibilidad horaria, cobertura de salud, clases de idiomas, equipamiento para que el trabajador arme su lugar de trabajo en su casa y licencias por paternidad de tres semanas. Y, además, la posibilidad de trabajar de manera remota.
“Con el objetivo de construir una compañía alineada con el futuro del trabajo, la empresa anunció que adoptará el concepto de ‘remote first’, mediante el cual los más de 500 empleados ocupados hoy, podrán elegir desde dónde quieren trabajar, de acuerdo con su deseo personal y la necesidad de sus funciones después de la pandemia”, dijo a Infobae Eleftheria Digentiki, Chief People & Culture Officer de Tiendanube.
Abriendo vacantes
Por su parte, G&L Group, empresa nacional de servicios IT y soluciones de negocios con más de 26 años operando en el país, anunció que busca ampliar su nómina abriendo vacantes para personas de todo el país y de más de 50 años. Las posiciones están enfocadas a personas con experiencia en lenguaje orientado a negocios Cobol y servicios financieros para trabajar en diferentes puestos dentro de la compañía.
“En esta nueva etapa de nuestro plan de contratación que iniciamos a principio de año y que busca sumar a más de 170 personas a la compañía, el foco está puesto en darle oportunidades a personas que están próximos a jubilarse, para que puedan seguir desarrollándose dentro del mercado laboral y sumar valor a los servicios que ofrecemos”, comentó María Laura Palacios, CEO de G&L Group.
Otros gigantes del sector también están a la búsqueda de sumar empleados. Según un relevamiento hecho hace algunas semanas por el Gobierno entre las empresas del rubro, antes de que termine el 2021 Accenture planea contratar 3.300 empleados; Ualá a 750; Globant a 2.500; Hexacta a 200; GyL a 100; y Mercado Libre a 1.500, y en menor medida diversas pyme.
fuente: infobae