Según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), se registró una caída del consumo del 4,1% interanual en noviembre por una baja en el poder de compra.
El consumo bajó 6,9% mensual en noviembre y mostró un retroceso del 4,1% en la comparación interanual. Se trata del segundo mes consecutivo que el indicador presenta una variación negativa en términos interanuales, según un informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
La entidad detalló que si bien el consumo acumula un crecimiento de 3,4% interanual en los primeros 11 meses del año, la pérdida de dinamismo vista en los últimos meses continuó profundizándose.
En este sentido, en octubre el indicador había registrado una caída del 1,5% con respecto al mismo mes de 2022 y del 4,3% respecto a agosto.
“En línea con el valor negativo del mes pasado, se acelera la tendencia bajista en las tasas de crecimiento interanual exhibidas por el Indicador de Consumo a partir de enero y marcan en noviembre 2023 un nuevo valor negativo en el año”, señaló la CAC en su informe.
La reducción del consumo de bienes y servicios durante noviembre se dio en un contexto en que la inflación se aceleró y alcanzó nuevamente los dos dígitos: aumentó 12,8% mensual y 160,9% interanual.
“Con la inflación acelerándose, la desaparición de los últimos bonos vigentes y la falta de oferta de créditos, noviembre de 2023 estuvo marcado por una gran contracción en el poder de compra de los consumidores. En paralelo, la efectividad de los reintegros del IVA siguió sin tener el impacto previsto”, señaló la CAC.
En contrapartida, de acuerdo a un informe de Scentia, en noviembre el consumo en autoservicios independientes tuvo una variación positiva del 5% interanual y los supermercados marcaron un salto del 10,4%. En ambos casos, alimentos fue el rubro que más se incrementó con una suba promedio del 9,5% en términos interanuales.
El estancamiento de rubros como indumentaria y transporte (+0,1%) y el aumento de consumo de alimentos estaría explicado no solo por una caída en el poder adquisitivo sino que también por la necesidad de stockearse de productos básicos ante la posibilidad de devaluación y subas de precios en un contexto de mucha incertidumbre electoral.
“La semana previa y la semana siguiente a las elecciones, el consumo creció muchísimo. Y después, en todos los casos en que la gente pudo, como no tiene mucha disponibilidad para ahorrar y darse muchos gustos, destinó la mayor capacidad de sus ingresos a consumir en el hogar”, aseguró Osvaldo del Río, director de Scentia.
Asimismo, indicó que esta tendencia se mantiene ya que en la semana del 4 al 10 de diciembre, el consumo en supermercados creció 12,3% en volumen. Y agregó que además de la estacionalidad del mes la gente compra todo lo que puede para evitar pagarlo más caro la semana siguiente.
¿Qué se espera?
Para los próximos meses, el economista en Jefe de la CAC Matías Bolis Wilson proyectó: “Esperamos que el consumo se comporte de manera muy errática porque, a medida que se libere la economía, va a haber mucho cambio de precios relativos y volatilidad de precios a medida que se ajusta la demanda a los nuevos precios”.
“Por eso no es raro encontrar aumentos muy fuertes que luego van parcialmente para atrás en diferentes rubros. Los consumidores van a ir adaptándose a eso y bajando el consumo de los bienes y servicios que consideran que están caros para no validar precios. A medida que se vayan reconstruyendo los mercados, la situación debería ir estabilizándose, pero va a llevar algunos meses porque todavía faltan eliminar muchas distorsiones”, agregó.
Las expectativas para los próximos meses en cuanto a precios no son alentadoras ya que, según JP Morgan, la inflación podría acumular un 60% de aumento entre diciembre y enero.
Además, el banco prevé un “brusco estancamiento” de la actividad económica como resultado de la corrección de precios relativos y el ajuste fiscal.
Por lo pronto, las proyecciones apuntan a que la inflación supere el 20% en diciembre. Ya en la primera quincena del mes alcanzó 18,1% respecto al mismo periodo de noviembre, de acuerdo a Ecolatina.
“En un contexto donde la inflación sigue previéndose alta, y luego de un resultado electoral adverso para el oficialismo que reorienta la política económica, la expectativa es que el poder adquisitivo continúe en caída. El aumento tarifario y posible traslado a precios de la devaluación serán factores claves para el consumo en los próximos meses”, advirtió la CAC.