Gestiones de algunos importantes dirigentes de Cambiemos buscan mantener a flote la posibilidad de que Sergio Massa lleve en su boleta presidencial a María Eugenia Vidal como candidata a gobernadora.
Con Vidal
El martes le tocó a Horacio Rodríguez Larreta hablar con su amigo de Tigre. Aunque en la Gobernación lo niegan, fuentes del Frente Renovador aseguran que también Vidal habló por teléfono con su aliado bonaerense. De esas conversaciones surgió una convicción: Massa está lejos de firmar un arreglo con Cambiemos y se inclina por explorar un entendimiento con el kirchnerismo.
El próximo lunes
Dos viajes, uno hacia el norte y otro hacia el sur, terminaron jugando un papel fortuito pero acaso determinante en ese escenario. Vidal estará hasta el domingo en visita oficial en Colombia y Massa viajará este fin de semana a Chubut por las elecciones de su aliado Mariano Arcioni. Cualquier conversación entre la gobernadora y el jefe del Frente Renovador cara a cara -la instancia última y definitiva de negociación- quedará para el lunes, o incluso para algún día más adelante.
Los contactos quedaron congelados luego de que se cancelara la reunión que Vidal y Massa tenían prevista para el lunes pasado en las oficinas porteñas de la gobernadora. Desde ese día, todo entró en el terreno resbaloso de los avances efímeros.
Massa asegura que definirá su futuro la semana próxima, bien cerca del límite que impone la Justicia Electoral. Esa frontera es el miércoles 12, cuando los partidos deben presentar las alianzas que llevarán a las PASO de agosto. Esa fecha rige tanto para los cargos nacionales como para los cargos provinciales y municipales bonaerenses, que son el centro de la negociación entre Massa y Cambiemos.
Con Vidal en el exterior, los contactos de Massa y el kirchnerismo ganaron intensidad. Máximo Kirchner y Alberto Fernández hablaron con el ex jefe de Gabinete. En ese escenario sigue todo abierto. Massa podría competir en una PASO presidencial con Fernández y también integrar la lista de candidatos a diputados bonaerenses. Para integrarse a ese espacio, Massa intentará algo casi imposible, presentar su llegada como la construcción de una nueva coalición. Sería para él toda una proeza acordar con Cristina Kirchner sin ponerse la camiseta del kirchnerismo. La senadora, que es la líder más importante de la oposición, suele diluir en su aura cualquier rasgo distintivo de quienes eligen acompañarla.ç
fuente: clarín