Melissa Doubleday paseaba tranquila por Playa Muriwai, en Nueva Zelanda, cuando repentinamente comenzó a divisar una extraña criatura que aseguró que se movía. Tomó tres fotografías y las compartió con la comunidad del lugar. Quería saber de qué se trataba “eso” con que se había cruzado.
“Eso” tenía uina infinidad de tentáculos que se movían y recubría lo que suponía era una inmensa roca en las arenas de esa playa cercana a Auckland. “Estoy curiosa por saber si alguien sabe qué es esto en las playas de Muriwai”, escribió en su publicación de Facebook.
Al principio creyó que se trataba de “una ballena”, algo que le resultó “muy raro”. De inmediato, las teorías conspirativas comenzaron a emerger en los comentarios. Desde que se trataba de una criatura alienígena hasta una ballena rastafari, una cápsula extraterrestre… y hasta una canoa maorí. “El monstruo de Muriwai”, se animó uno a escribir en broma.
Sin embargo, por suerte, alguien agregó un poco de cordura entre tanto delirio sobrenatural y explicó de qué se trataba. Eran crustáceos que se incrustaron en una roca de la costa, situación que suele suceder pero en el fondo del mar. Luego de los terremotos que conmovieron a Nueva Zelanda, es más común verlos ahora en la superficie, por el movimiento que sufrió la isla.
Fuente: Infobae