Grave denuncia contra Campero | La acusación fue hecha por la esposa del camarógrafo Bruno Rubén, quien falleció tras perder el control de su moto en el lomo de burro que está ubicado en avenida Perón al 1.800.
Campero le ofreció trabajo y dinero
La mujer sostuvo que el intendente Mariano Campero le ofreció trabajo y dinero luego de que ella le recriminara que habían ensuciado la memoria de su marido, al afirmar que iba ebrio y escapando de un control de tránsito.
En octubre del año pasado, el joven Bruno Rubén (32), quien volvía por la avenida Presidente Perón, murió en un siniestro vial al perder el control de su moto en el “lomo de burro” ubicado a la altura del 1800 de esa importante arteria.
Denuncia en un video
Hace unos días, la esposa del camarógrafo, Noelia Molina, denunció públicamente en una entrevista concedida a la página digital El Diario en Tucumán, que el el intendente de Yerba Buena le había ofrecido dinero y trabajo.
En un video de más de 13 minutos de duración, la mujer califica de “trampa mortal” al mencionado reductor de velocidad. Dijo que el lomo de burro “para mi marido no fue un obstáculo o algo para prevenir, sino una verdadera trampa mortal”.
Reclamo en el Concejo Deliberante
Molina rememoró el encuentro con Campero en el Concejo Deliberante, en momentos en que se dieron las explicaciones a la familia de Valentín, el joven apuñalado por un motochorro.
Ella le recriminó que habían ensuciado el nombre de su marido, al señalar a través de distintos medios de comunicación y las redes sociales que cuando ocurrió el accidente iba alcoholizado y a gran velocidad escapando de un control de tránsito.
Las excusas
“Me dijo que no tenía problemas en salir a desmentir esas declaraciones, pero eso nunca ocurrió”, afirmó la mujer en la entrevista concedida a ese medio digital y que tuvo una muy buena repercusión en las redes sociales.
“Luego dijo que tenía mi número de teléfono, que lo conocía a Bruno por haber coincidido en algunos eventos, y que era una pena enorme lo que le había pasado. Además, dijo que quería recibirme a mi y conocer a mis hijos”, sostuvo.
“Pensé que me querían ayudar”
“Cuando llegué a su despacho, muy amablemente me recibió. Hasta por poco no le caía una lágrima. Era todo actuado, porque me di cuenta qué clase de persona es. Me ofreció trabajo, y plata para que pase el mes de noviembre”.
La desconfianza que expresa la mujer, se debe a las acciones que posteriormente mostró el titular del Ejecutivo municipal. En ese sentido, ella expresó: “en ese momento pensé que me querían ayudar, pero hoy me di cuenta que no era ninguna ayuda”.
Campero “es un mentiroso”
Explicó que “si aceptaba el trabajo no iba a poder tomar acciones legales contra la municipalidad ni contra Mariano Campero, que es un mentiroso y lo peor que puede existir. Es un hipócrita que arruinó a una familia, que destrozó a una familia completa”.
Noelia Molina argumenta que tomó real dimensión de lo ocurrido cuando fue al lugar del hecho y vio el tamaño del fatídico lomo de burro. “Sentí indignación porque no conocen a mi marido. El era responsable y no iba a estar tomando en el trabajo”.
Las falsedades sobre el accidente
Sobre las actitudes de los funcionarios de Yerba Buena, afirmó que “No me entraba en la cabeza que personas como esas hablen así de mi marido, porque tiene hijos que ven las redes sociales y leen esas falsedades”.
Subrayó al respecto que “él tenía toda una vida por delante y una familia que lo esperaba y que aún hoy lo sigue esperando todas las noches. Le pido a Dios que me dé fuerza para seguir adelante. Vivimos el día a día”.
Una familia destrozada
Unos días antes del siniestro vial que se llevó a su marido, Noelia y Bruno habían cumplido una década de casados, que se sumaban a los años que llevaban juntos, producto de su amor desde muy jóvenes.
Además de ellos, conformaban su grupo familiar cuatro hijos, uno de 14 años, otra de 11 años, un niño de 11 años y el menor de apenas 3 años, quien aún pregunta cuándo regresará su papá.
Tareas compartidas
Como matrimonio joven y adaptado a los nuevos tiempos, las tareas del hogar se compartían y complementaban. Noelia trabajaba en una agencia de quiniela, mientras que Bruno se ocupaba de los chicos y trabajaba en la filmación de eventos.
Por lo general trabajaba por la noche en su profesión de camarógrafo. Con esa lente captaba los momentos de felicidad de la familia, que quedarán retratados en la retina de quienes lo amaron y hoy extrañan.
El día fatal
“Ese día se fue a las 19 de casa. Nos saludó, pasó por la casa de sus papás, les dio un abrazo y un beso. Les dijo que volvería temprano para hacerle el asado a su mama”, rememora su esposa ante las cámaras que la muestran de frente.
Subraya además que Bruno era el alma de todas las reuniones familiares, en especial los domingos. Recuerda que su hermana la llamó para decirle que habían publicado el accidente de su marido en Face.
Ella se fue con la madre al hospital y en el camino se comunicó al celular. La atendió un policía que le dijo que estaba fuera de peligro. Pero la realidad cuando llegó era otra: Bruno estaba grave y a las 3 de la mañana falleció. Era el desenlace fatal.