El equipo de Guillermo arrancó abajo ante Banfield, pero sobre la hora el colombiano metió un golazo y en la definición desde los 12 pasos celebró el Xeneize.
Boca, el último campeón argentino, había arrancado torcido el amistoso frente a Banfield, en el estadio salteño Padre Ernesto Martearena, como parte final de la preparación de ambos equipos para la segunda mitad del año, que incluye los torneos de Primera División y la Copa Argentina. Es que Mauricio Sperdutti, con un soberbio tiro libre, le dio la ventaja a los del Sur cuando el reloj ni siquiera había llegado a los cinco minutos de juego. Y si bien había tenido chances de empatarlo, parecía que se iba con las manos vacías. Sin embargo, cuando se jugaba el quinto minuto adicionado, Cardona lo igualó con un gran derechazo. Y ya en la definición por penales el equipo del Mellizo Guillermo se impuso y se quedó con la Copa Provincia de Salta.
Parecía que el tercer amistoso con público de los dirigidos por Barros Schelotto iba a ser el primero en terminar con derrota. En los dos anteriores, el actual campeón del fútbol argentino había venció a Nacional de Montevideo por penales luego de igualar 1 a 1 en Ciudad del Este. Y después había derrotado a Villarreal de España, por 1 a 0, en la Bombonera.
Pero no. Con un Agustín Rossi atento para atajar un penal (a Luciano Gómez) y con la suerte necesaria para que Betini malograra el suyo por arriba del travesaño, Boca se fue feliz de Salta.
Ojo, en el arranque no todo fue celebración. Al contrario. El mismo Rossi (quien terminó como titular en el último torneo, en lugar de Sara, que fue al banco), comenzó teniendo más trabajo del esperado, ya que unos minutos antes de que Sperdutti abriera el marcador, Bertolo lo obligó a revolcarse y tirar la pelota por arriba del travesaño.
¿Y Boca? Boca intentó y fue hacia adelante. Sobre todo gracias a los desbordes de Pavón. De hecho, a los 25 minutos del primer tiempo, un centro suyo derivó en los pies de Cardona, quien en lugar de rematar de zurda, enganchó y le dio la chance a Arboleda, el arquero del Taladro, de recuperarse y ahogarle el empate.
Ya en la segunda parte, Guillermo decidió mover el banco. Más que nada renovar sus fuerzas de ataque. Así, Espinoza ingresó por Pérez (Cardona se retrasó al medio), Bouzat lo hizo por Pavón y Bou en lugar de Benedetto. Sin embargo, ni así logró quebrar la sobria defensa de Banfield.
El final lo encontró buscando, intentando, pero sin el toque certero en los últimos metros como para empardar el encuentro. Fue Cardona, como ante Nacional, quien puso la cara con un derechazo impresionante. Y el que se sacó las ganas luego de aquellas dos ocasiones desperdiciadas en la primera parte.