El gobernador acompañó en Roma al arzobispo, Carlos Sánchez, durante la misa celebrada por el papa Francisco que recibió el Palio Arzobispal durante los festejos de los días de San Pedro y San Pablo, y el Día del Papa. El acto eclesiástico se celebró en la plaza San Pedro, con la presencia de miles de fieles.
Sobre el acto, Manzur expresó: “Fue una celebración muy emocionante y estamos muy agradecidos por haber podido presenciar una celebración presidida por nuestro Papa”.
Sobre el reconocimiento al Arzobispo tucumano, expresó: “Es un orgullo tener a un tucumano allí, en el sitio más importante de nuestra Iglesia Católica”.
Antes de la celebración, el Papa bendijo los palios destinados a los arzobispos metropolitanos nombrados a lo largo del año y que les serán impuestos en sus respectivas diócesis.
Manzur asistió acompañado por su esposa, Sandra Mattar; la legisladora, Sara Assan; el Intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera.
Palio Arzobispal
Banda de lana blanca en forma de collarín, adornada con seis cruces de seda negra. Es la insignia exclusiva de los arzobispos residenciales o metropolitanos. Es semejante a una estola y se utiliza a modo de escapulario. Es de tela blanca salpicada de cruces, que les envía el Papa como distintivo de su especial dignidad. El Palio es la banda de lana blanca que impone el Papa sobre los Obispos para destacar su calidad de legítimo sucesor de los Apóstoles y de jefe de la Diócesis de la cual es Pastor. Su entrega, otorga una gran responsabilidad y compromiso al pastor respecto de su rebaño.
Fiesta de San Pedro y San Pablo
La celebración que es una tradición católica y ortodoxa, cuyo nombre oficial es solemnidad conjunta de San Pedro y San Pablo, es la conmemoración del martirio en Roma de los apóstoles Simón Pedro y Pablo de Tarso, celebrada el 29 de junio. Es una de las mayores celebraciones religiosas para los cristianos católicos y ortodoxos.
La fecha, según la tradición, es el aniversario de sus muertes o del traslado de sus reliquias. En las últimas décadas, esta fiesta ha sido de importancia para el moderno movimiento ecuménico como una ocasión en la que el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla han oficiado servicios diseñados para que sus iglesias tengan una participación común.