Los fiscales Santiago Vismara y Mariela Labozzetta pidieron elevar a juicio la causa en la que el exgobernador de Tucumán y exsenador nacional José Alperovich está procesado por abuso sexual. Alperovich había sido procesado hace tres semanas por el juez Osvaldo Rappa, quien lo indagó el mes pasado.

Tres hechos de abusos

Vismara y Labozzetta, quien conduce la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), consideraron que Alperovich debe responder por tres hechos de abuso sexual -dos de ellos cometidos en tentativa- y seis sucesos de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal. “En todos los casos, mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”, indicaron los funcionarios judiciales.

Utilizó su fuerza y poder

“Quedó comprobado cómo el imputado utilizando su fuerza física, ejerciendo abuso intimidatorio de poder y violencia de género, reducía bajo su dominio a la víctima, y la ponía como un mero objeto de satisfacción sexual, de cosificación, sometiéndola de forma violenta, ultrajante y degradante, haciéndolo por el transcurso de un poco más de tres meses”, dijeron los fiscales en el dictamen judicial con el que pidieron que Alperovich sea enviado a juicio oral.

Relato convincente de la víctima

Los fiscales sostuvieron que tanto el informe pericial psicológico como las constancias médicas, las declaraciones de los testigos y las constancias de las conversaciones entre Alperovich y la víctima fortalecieron el relato realizado por la denunciante. En esa línea, manifestaron: “No estamos en presencia de un único y aislado testimonio, sino que existen numerosas pruebas que han podido recabarse y que permiten afirmar, con la certeza requerida en esta etapa, que los hechos denunciados ocurrieron del modo que hemos expuesto, y que su autor ha sido el aquí imputado José Jorge Alperovich”.

Violencia sexual y psicológica

Sostuvieron entonces que los sucesos investigados constituyen distintos tipos de violencia contra una mujer, tales como la violencia sexual, psicológica y simbólica, ejecutadas bajo la modalidad de violencia laboral y profundizada por el lazo familiar que atravesaba esa relación. “Las mujeres, por el hecho de ser mujeres, padecen de forma desproporcionada la violencia en el ámbito intrafamiliar, y la padecen con características distintivas, dado que en ese espacio las relaciones entre mujeres y varones atravesadas por el género adquieren mayor intensidad”, agregaron.

La carta de la sobrina

En 2020, cuando tenía 29 años, la sobrina del exgobernador escribió una carta en la que contó que Alperovich la violentó “sexual, física y psicológicamente” desde diciembre de 2017 hasta mayo de 2019. “Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él”, planteó la mujer.

Cuando la denuncia tomó trascendencia pública, Alperovich era senador nacional por el Frente para la Victoria (FPV) y tenía mandato hasta diciembre del año pasado. Pero debido al tenor del expediente, el entonces legislador decidió tomarse licencia y bajó su perfil público. En 2019 intentó volver a la gobernación, pero fue derrotado en las urnas. Quedó cuarto.

No respondió preguntas

En la audiencia vía Zoom mediante la cual fue indagado, Alperovich se defendió de las acusaciones, no respondió preguntas y después utilizó su cuenta de Twitter para decir que “demostró” que la denuncia en su contra “era falsa” y tenía como objetivo “excluirlo de la escena política”.

 

 

fuente: lanacion

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