Juegos. dibujos, charlas. Todo esto se pondrá en funcionamiento este lunes cuando en el juzgado federal de Goya se empiecen a tomar las cámaras Gesell a cinco de los seis menores que compartieron con Loan Danilo Peña (5) el almuerzo en lo de su abuela Catalina (86), el 13 de junio, tras el cual el nene desapareció. La sexta testigo, una nena de 10 años, vive en el sur con su abuela y aun está siendo evaluada por una psicóloga oficial.
Pese a los 53 días transcurridos y a la contaminación sufrida por la tremenda exposición mediática del caso, aun hay expectativas sobre el testimonio de los chicos, sobre todo por el hijo y la hija de Laudelina Peña (45), de 6 y 14 años, respectivamente.
Sospechosos
Laudelina -tía paterna de Loan- y su esposo Bernardino Antonio Benítez (37) son los principales sospechosos de la investigación. Laudelina, por haber plantado el botín de Loan en el barro. Benítez, porque fue con el nene al naranjal, ultimo lugar donde se lo vio.
Macarena (21) -la hija mayor de Laudelina- actualmente camina al filo del pedido de indagatoria ya que su papel en el hallazgo del botín fue oscuro. Es en ese marco que el testimonio de sus hermanos menores se vuelve central, más aun porque en las entrevistas previas dijeron que quieren hablar.
Para entender la importancia de lo que podría ocurrir este lunes hay que tener en cuenta que las primeras cámaras Gesell se tomaron el lunes 17 de junio por pedido del fiscal correntino Juan Carlos Castillo, que llevaba la causa- y fueron meras entrevistas y muy cortas.
Además, en esa tanda no fue incluida la hija adolescente de Laudelina. La razón: luego del almuerzo en lo de la abuela Catalina, se quedó durmiendo la siesta.
No estaba en el grupo
La niña de 14 años no estaba en el grupo que acompañó a Loan en los últimos minutos en los que fue visto, pero por su edad (es la más grande) y su entorno familiar podría aportar algún elemento de interés.
Cómo serán las entrevistas
La causa por la desaparición de Loan está entrando en una etapa de definiciones. Tras indagar a los siete detenidos, a la jueza federal de Goya Cristina Pozzer Penzo comenzaron a correrle los plazos para definir la situación procesal de cada uno.
En principio, la fecha límite es el jueves, pero tratándose de un expediente tan complejo es probable que lo prorrogue.
En ese contexto, una de las medidas más importantes a concretar es la declaración testimonial de los menores de edad, en Cámara Gesell.
Programa Nacional
Los niños fueron ya evaluados por psicólogos del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a Víctimas de Trata (PNR), que viajaron la semana pasada a Corrientes encabezados por la coordinadora nacional del programa, Zaida Gatti, quien ya acompañó a la familia de Loan durante casi un mes junto a otro equipo formado por profesionales del interior del país.
En el juzgado de Goya no hay una sala de Cámara Gesell propiamente dicha, con ventana de vidrio como se ve en los tribunales de Buenos Aires. Para las entrevistas se dispusieron dos habitaciones con sistema de circuito cerrado que podrán ser usadas en simultáneo, ya que habrá dos psicólogas oficiales a disposición del juzgado.
Un detalle importante es que estas psicólogas -que viajarán a Goya- nunca tuvieron contacto con los nenes del caso Loan.
Primera declaración
De acuerdo a fuentes consultadas, las entrevistas duran un promedio de entre una hora y media y dos horas. Los informes podrían estar en manos de la jueza Pozzer Penzo el mismo lunes a la noche.
Cuando los niños declararon por primera vez, la principal hipótesis era aun que Loan se había perdido, por eso los mayores que lo acompañaban habían sido detenidos por “abandono de persona”.
La tarde en el naranjal
Al naranjal donde desapareció Loan fueron tres mayores: Antonio Benítez, su amigo Daniel “Fierrito” Ramírez (49) y la esposa, Mónica Millapi (35). Todos están presos actualmente.Loan iba entre el grupo de nenes conformado por el hijo de Benítez y Laudelina (de 6 años), la hija de Ramírez y Millapi (de 10 años), los sobrinos de Millapi (de 9 y 11 años) y un nena de 8 años, hija de un primo: Camila Núñez y Diego “Huevo” Peña.
Hay mucho de tener “cancha” en hacer una Cámara Gesell y más en un caso tan complicado. Por eso hay bastantes expectativas en lo que los nenes y nenas puedan recordar o contar si los dejan hablar largo y tendido y los escucha gente con experiencia en qué preguntar y cuándo. Eso con la menor influencia posible de su familia, algo nada fácil a estas alturas.
fuente: clarin