De sol a sol, casi 300 agentes de las fuerzas nacionales Policía Federal y Prefectura activaron este viernes el rastrillaje ordenado por el juez federal Guido Otranto dentro del inmenso territorio que pertenece al magnate italiano Luciano Benetton, aquí en Chubut.
Buzos tácticos, grupos especializados en búsqueda de personas y del GEOF, bomberos, analistas de teléfonos, técnicos en informática y personal de policía científica integran el equipo que, desde las siete de la mañana y hasta que el sol se puso detrás de las bellas montañas que rodean la estepa patagónica, salió a buscar -sin éxito por ahora- indicios del viajero Santiago Maldonado, quien permanece desaparecido desde el 1° de agosto pasado cuando se desató el conflicto entre integrantes de la comunidad mapuche y personal de Gendarmería en la zona de la Pu Lof Resistencia Cushamen, habitada por este personas pueblo indígena.
Con mucho hermetismo sobre detalles y resultados, las fuerzas federales revisaron parte de esta zona, incluido el río Chubut. El operativo incluyó un helicóptero de la Policía Federal y el uso de un drone. Pero los agentes, por orden de Otranto, evitaron buscar en la zona ocupada por los mapuches, quienes observaron desde sus caballos el trabajo que se hizo durante todo el día, sin tensiones desde ninguna de las partes. Según le contó un integrante de la comunidad mapuche a Infobae, ellos le pidieron al juez que no entrara a las zonas donde realizan rituales espirituales ancestrales.
Por eso, unos 200 policías de la Federal más 90 de Prefectura revisaron la zona desde la estancia Leleque, perteneciente a Benetton (como toda la zona, incluido el terreno donde está la comisaría de la Policía de Chubut), río abajo. El objetivo es, fundamentalmente, buscar rastros de Maldonado en la zona lindera al río y el curso de agua mismo hasta su desembocadura en el Atlántico.
Si bien hasta el momento los indicios más fuertes -a partir del testimonio del mapuche Matías Santana– apuntan contra Gendarmería (por eso la carátula de la causa es “desaparición forzada”), Otranto pretendería descartar otra hipótesis, basada en que tras los incidentes del 1° de agosto, Maldonado pudo haber escapado al cruzar el río o incluso morir ahogado. Sin embargo, sobre esta posibilidad no existen testimonios en el expediente.
De hecho, familiares de Santiago Maldonado y su abogada Verónica Heredia quejaron porque el juez Otranto no les notificó del rastrillaje y dudaron sobre la idea que esto signifique un avance en la investigación. “Los testimonios e indicios apuntan a la desaparición forzada durante la represión de Gendarmería y la verdad no entendemos por qué no nos avisaron”, remarcaron a Infobae allegados a la familia de Santiago.
Fuente: Infobae