Jubilarse, para mucha gente mayor, implica encontrar una nueva economía, una nueva forma de generar ingresos más allá de sus haberes. La que encontró la “Vieja Alcira”, viuda, de 82 años, conocida así por sus clientes fieles y por los investigadores que la detuvieron ayer por la mañana tras nueve meses de pesquisas y pinchaduras telefónicas, no fue precisamente tejer o vender tortas.
Cuando la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones de la Policía Santafesina rompió su puerta en la calle Nansen al 500 por orden de la jueza federal Vera Barros, el negocio de “Alcira” quedó al descubierto: se dedicaba a regentear un kiosko narco en su propio domicilio para vender “alita de mosca”, cocaína de máxima pureza, presuntamente a clientes de alto poder adquisitivo. Sorprendentemente, lo hizo todo bajo arresto domiciliario. Su horario de atención era al menos atípico para los consumidores de cocaína: “Alcira” abría su “kiosko” desde el mediodía hasta las 16.
El prontuario de la anciana es al menos largo: había tenido causas previas por estafa y falsificación de moneda. No era la primera vez que caía presa por narcotráfico. En junio del año pasado, la Policía de Santa Fe ya había allanado su domicilio sobre la calle Nansen, según relató La Nación. La encontraron frente a la mesa, charlando con un presunto cliente, con más de medio kilo de cocaína, material para fraccionamiento como tubos Eppendorf, cinco celulares, un revolver calibre .38 y casi 200 balas.
Esta vez, “Alcira” tampoco estuvo sola: su hijo y su nieto fueron arrestados en allanamientos del mismo operativo. Hubo en total seis allanamientos en puntos a lo largo de Rosario y la localidad de Granadero Baigorria que lograron nueve detenidos. Se encontraron, según fuentes en las fuerzas de seguridad santafesinas, 1500 dosis de cocaína que en el mercado llegarían a un valor aproximado de 450 mil pesos, 27 celulares, un auto por el cual se pagaron 300 mil pesos en efectivo, dos plantas de marihuana de dos metros de alto, un revolver calibre .22 y 10 proyectiles, cerca de 200 mil pesos en efectivo, 500 dólares y cien euros. En Granadero Baigorria, un nieto de “Alcira” operaba un virtual bunker: le encontraron marihuana, cocaína además de los teléfonos y el auto mencionado previamente.
También fue arrestado quien sería su presunta línea de provisión, el posible dueño original de la cocaína y capo de la banda, apodado “Pepón”, que ya había sido detenido en 2007 y que, estuvo históricamente vinculado a Jorge Halford, uno de los traficantes más celebres de la historia reciente de Santa Fe. Condenado a ocho años de cárcel, llegó a acusar a los agentes antinarcóticos de la provincia como los verdaderos dueños del negocio transa en el Gran Rosario.
“Alcira” tiene otra sospecha fuerte en su contra: ser la autora intelectual de dos homicidios ocurridos el año pasado. El primero, en febrero de 2015, tuvo como víctima a José Luis Arine, un taxista de 51 años. El segundo, en mayo de ese año, a un joven de Villa Gálvez que recibió un balazo en el pecho.