Ayer se pudo ver en Almorzando con Mirtha Legrand con Juana Viale una entrevista grabada que Juana Viale le hizo a Chano Moreno Charpentier, luego de la charla que el músico tuvo con Jorge Lanata. La conductora, que fue pareja del cantante, le preguntó sobre los temas más íntimos en un mano a mano a solas.
En julio, el ex lider de Tan Biónica, sufrió un brote psicótico que se hizo eco en todos los medios y su historia se viralizó. En un profundo encuentro con quien fuera su pareja, Chano habló de su adicción, su internación y de cómo fue para él despertarse en el Sanatorio Otamendi sin recuerdo alguno de lo que había sucedido.
“Estoy mejor que nunca yo sé que parece extraño, pero estoy en una comunidad terapéutica con un tratamiento que incluye una internación que lo necesitaba de verdad porque si no hubiese pasado lo que pasó hubiese parado. Voy a tomar esta tocada de fondo como parte del aprendizaje más grande que tuve en mi vida para que sea la última la verdad”, comenzó diciendo Chano en una entrevista con Juana Viale, grabada durante la semana pasada, ya que por estas horas continuará con el tratamiento de manera ambulatoria.
“¿Cómo fueron tus días en clínica psiquiátrica?”, quiso saber la actriz y conductora. “Es raro para los que no conocen una comunidad terapéutica porque tenemos una estructura muy firme e inquebrantable. Te dan 8 cigarrillos por día para fumar y vamos a pedirlos en fila, es rarísimo ver ese momento como también el momento que nos da la medicación que es una cosa en silencio donde van todos y se la toman callados… Parece bizarro pero es uno de los mejores lugares en los que estuve en mi vida”, destacó.
“Aprendí a trabajar con los límites que yo nunca tuve. Me dejaron tener la computadora hace unos días. Me dejan tocar (música) y es un momento re copado porque el resto (de los pacientes) viene, se meten en la habitación y se quedan ahí escuchando”, resaltó el cantante que en muchas oportunidades le llaman la atención porque “eso no se permite”.
Con respecto a los momentos previos a lo ocurrió en la madrugada del pasado lunes 26 de julio, Moreno Charpentier expresó: “Yo estaba en tratamiento con mi psiquiatra Guillermo Grado desde siempre, pero era ambulatorio. Con la pandemia lo dejé y eso me mató por lo que empecé a manipular mi medicación: primero empecé a dejar mi terapeuta y después consumía una sustancia blanda que todo el mundo la toma como blanda, pero es psicótica cuando la fumás”.
“Durante la pandemia estuve solo en una casa gigante y consumía solo. Ya no podía soportar que haya gente y era muy triste porque la verdad es que está pasando muy mal. Días antes del accidente empecé a consumir alcohol y sustancias, y no me acuerdo de nada”, precisó. “Te juro que iba a comprar sustancias llorando y no podía parar”, agregó.
“Me acuerdo del llamado al 911 porque mi mamá quería internarme y yo no estaba de acuerdo, y al otro día hizo lo mismo. Yo no quería, pero después de eso no me acuerdo más, estaba en una especie de blackout”, compartió. “Me despierto atado en el sanatorio Otamendi y lo veo a mi hermano. Le dije que iba a estar bien, que se quedara tranquilo, yo no sabía ni que me habían pegado un tiro, me iban contando”, reconoció.
“Yo creo que Dios sabe por qué hace las cosas y a mí a mí ese balazo me sirvió, más allá de que haya perdido el riñón y haya perdido parte del páncreas y haya perdido el vaso… la bala entró y salió a tres milímetros de la columna por lo que podría haber no caminado nunca más”, se sinceró Chano que reconoció una vez más “haber tocado fondo” aquella noche.
“Fue un cuadro dantesco lo que paso ese día. Pude hablar con el policía y le dije que yo no tengo ningún rencor y de hecho ojalá que no tenga ningún problema. Yo voy a decirle cuando declaré al juez que yo no tengo ningún rencor y no quiero que de esto se genere un debate acerca sobre el (accionar) de la policía. Quizás se le haya escapadoel tiro”, completó sobre el balazo que recibió y provocó que sus días transitaran entre la vida y la muerte.
Recordemos que el oficial Facundo Amendolara está imputado de “lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego y por ser funcionario policial”, delito que prevé una pena de hasta 15 años de prisión.
fuente: teleshow