El ciclón bomba avanza en la costa este de Estados Unidos dejando una ola de frío y nieve que promete llevar el termómetro a temperaturas más bajas que en Marte con 37 grados bajo cero. El saldo de muertos por el temporal en los últimos días asciende a 17, según informó la agencia AP.

Según informó el meteorólogo Taylor Reagan, del Observatorio Mount Washington de Nueva Hampshire, la temperatura “caerá desde la noche de este viernes hacia el amanecer del sábado a -37°. En el último control, hace varios días, la temperatura alta en Marte era -18°”.

La ola de frío bate récords históricos. “La masa de aire ártico continuará fuerte sobre los dos tercios orientales del país hasta el final de la semana”, según el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés), que incidió en que se registrarán “temperaturas muy frías y vientos gélidos peligrosos” en esta zona.

La brutal tormenta ya provocó una rareza, heladas y nieve en la región costera del sureste de Estados Unidos. En algunas partes de Florida, Georgia, Carolina del Sur se vieron afectadas con la mayor nevada en casi tres décadas.

Y las cosas parecen que se van a poner peor, en especial a lo largo de este jueves y mañana, viernes.

El resultado será 30 centímetros de acumulación de nieve en zonas como Nueva Inglaterra y vientos de casi 100 kilómetros por hora, equivalentes a un huracán de fuerza 1.

Al menos 17 muertes fueron atribuidas a las bajas temperaturas, de las cuales 12 se registraron en la última semana, desde Texas hasta la región de Nueva Inglaterra.

La situación es tan atípica que ya partieron a las zonas afectadas los aviones del Servicio Meteorológico Nacional que se emplean ante la emergencia de huracanes para recopilar datos y refinar el pronóstico, destacó el diario The Washington Post.

​El fenómeno meteorológico por el que la presión baja al menos 24 milibares en 24 horas ya provocó que las cataratas del Niagara se congelaran.

Una alerta de tormenta invernal está vigente desde la región del parque nacional Big Bend, en la Costa del Golfo de Florida, hasta el norte del país en la costa del Atlántico. Los meteorólogos indicaron que los vientos huracanados que azotan a la región podrían generar oleaje de hasta siete metros.

Las escuelas en el sureste suspendieron las clases unos meses después de ser cerradas por amenazas de huracán y la policía exhortó a los conductores a mantenerse lejos de las carreteras en la región poco acostumbrada a ese tipo de invierno que es común en el norte del territorio.

En Savannah, Georgia, la nieve cubrió las exuberantes plazas del centro de la ciudad y se acumuló en las ramas de los robustos robles por primera vez en casi ocho años. William Shay, originario de Savannah, dio pasos cortos a lo largo de un camino congelado que va desde su casa hasta la oficina de correos.

“Casi parece que la ciudad está desierta, como pasó en el último huracán”, dijo Shaw, de 65 años. “No hay nadie en la calle. Es una sensación algo estremecedora”.

Camiones esparcieron arena en las calles principales de Savannah previo a la tormenta y la policía cerró varios puentes, pasos a desnivel y una carretera importante debido al hielo.

Nueva York, bajo cero

En la Gran Manzana, la nieve llegará a cubrir entre 10 y 15 centímetros y los trabajadores de saneamiento se están preparando para desplegar 2.200 quitanieves.

La tormenta masiva que se esperaba el jueves comenzó hace dos días en el Golfo de México, primero golpeando la península de Florida.

Hubo cientos de vuelos calados, escuelas y negocios clausurados y despertó temores de inundaciones costeras y cortes de energía.

Fuente: clarín

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