El negocio se llama “VerGotas” y había recibido varias denuncias de los vecinos que lo calificaban de inmoral. El descargo de su dueña.
Por daños a la moral y las buenas costumbres. Ese fue el motivo por el que, en las últimas horas, la municipalidad de la ciudad de Córdoba clausuró uno de los locales más famosos de la zona, desatando una ola de indignación y controversias entre los vecinos. Se trata de “VerGotas”, un negocio gastronómico que se volvió popular desde su apertura por el particular producto que vende: waffles con forma de pene.
La sucursal está localizada en la calle Duarte Quirós 249 y fue inaugurada hace casi tres años. El furor fue inmediato, como así también las repercusiones que se generaron este viernes cuando su fachada amaneció con un cartel que avisaba sobre su cierre hasta próximo aviso. “Publicidad en infracción”, reza la franja con letras rojas que aún está pegada en la puerta, la cual señala que es una imposición de las autoridades locales.
La clausura del establecimiento se dio tras una inspección realizada en el lugar. Pero esta no fue casual: se llevó adelante a partir de reiteradas denuncias de varios vecinos que reclamaban por la inmoralidad que denotaba el lugar, que en los últimos años amplió su carta y sumó una variedad del mismo postre, pero con forma de vagina.
Según señalaron medios locales, los inspectores se presentaron en el domicilio luego de que una mujer hiciera un reclamo por escrito cuestionando la cartelería. Es que todo el lugar está decorado acorde a los productos que venden. “Que no te apene”, es el slogan principal de VerGotas, cuya entrada está ilustrada con varias fotos de sus waffles con salsas de diferentes colores.
“Vergotas y chochas”, son las dos opciones que se les ofrece a los clientes que hacen largas filas para ingresar al negocio. Ambos miden 16 centímetros, salen aproximadamente 2.000 pesos y tienen su versión dulce o salada.
Para los primeros, los rellenos pueden ser de dulce de leche, Nutella, Kit-Kat o Kinder. Además, como a cualquier waffle común, se le pueden agregar diferentes salsas extra, como de chocolate negro, rosa o celeste. A estos se les suma uno especial: el “topping precoz”, que es de color blanco, muy fino. Los salados, en cambio, son de salame, queso y jamón.
La publicidad en sus redes sociales también está a tono con el producto: “El tamaño sí importa” o “A mí me gustan bien grandes” son algunas de las frases que utilizan desde el local para vender sus waffles, que también se entregan a domicilio a través de delivery o se pueden retirar bajo la modalidad de take away.
La clausura del negocio, que también sufrió una multa económica porque su cartel “infringe con la ordenanza”, causó la indignación de su dueña, Tamara Lurgo, quien hizo un descargo en las redes sociales en la que le explicó a sus seguidores lo que había sucedido.
“Básicamente, la clausura fue por múltiples denuncias por daños a la moral y las buenas costumbres. Vamos a ver cómo sigue. Por mi parte estoy tranquila porque ya sabemos que esto se está dando en todo el mundo, no solamente acá”, comenzó diciendo en un video.
En este sentido, dijo que ella necesita trabajar para tener sus ingresos y compartió las opciones que estaban pensando para seguir con sus ventas hasta que la situación se solucione. “Una de las alternativas que estuve pensando es continuar vendiendo mediante delivery o take away porque sabemos en los tiempos que estamos y yo necesito tener ingresos. Quieren ser primermundistas y se ponen a denunciar un emprendimiento. Yo les mando mucho amor de verdad posta y voy a salir adelante con su ayuda o sin su ayuda”, concluyó.