El ataque ocurrió en noviembre de 2021 en un garaje del microcentro porteño. La víctima sigue en rehabilitación y tendrá secuelas por el resto de su vida. Cuánto durará el debate.
A.C.M, el joven de 18 años que estuvo prófugo casi cinco meses tras golpear y dejar internado desde hace casi un año a Arturo López (66), playero de un estacionamiento del barrio porteño de Monserrat, comenzará a ser juzgado desde hoy por la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. Como el violento ataque se produjo cuando el acusado todavía era menor de edad, el debate se llevará a cabo bajo la órbita del fuero de Menores.
En diálogo con Infobae, Mirian Luna, ex mujer de la víctima y abogada querellante, confirmó que el juicio -que comienza a partir de las 9:30 en el Juzgado Penal Juvenil, Contravencional Nº11– continuará durante cuatro jornadas más: mañana, el viernes y el lunes y martes de la próxima semana.
En ese sentido, la letrada señaló que está previsto que en las tres primeras declaren los testigos que aportará el fiscal de la causa, Mauro Teresko. Luego se le dará paso a los testimonios citados por la querella y en la última jornada será el turno para la defensa del joven. Después será el juez subrogante Alejandro Villanueva, quien tiene a su cargo el debate, el que tenga la última palabra.
El hecho ocurrió el 19 de noviembre del año pasado en un garaje ubicado en la calle Moreno al 800, pleno microcentro porteño. De acuerdo con lo que se observa en las cámaras de seguridad del estacionamiento, A.C.M. le propinó un golpe de puño en la cara y lo dejó inconsciente. El motivo: el cliente encontró su auto rayado y quería una explicación del playero.
En los videos se ve cómo el agresor, acompañado de su madre y sus dos hermanos, le recriminó al empleado por lo que supuestamente le ocurrió a su vehículo. Caminaron hacia la cabina de cobro y de un momento a otro, lo golpeó de lleno en el rostro.
La víctima cayó inconsciente en el piso sin tener tiempo a defenderse. Su cabeza golpeó contra el piso. Segundos después se acercaron los propios familiares del agresor a auxiliarlo porque el hombre apenas se movía. La mamá y el hermano movieron a la víctima y le arrojaron un poco de agua para lograr que recuperara la conciencia.
Los intentos por reanimarlo fueron en vano. De pronto, apareció en escena nuevamente el violento, quien sólo se acercó a su víctima y la miró a distancia. Detrás suyo apareció un efectivo de la Policía de la Ciudad, de la Comisaría Vecinal 1D. Luego, una ambulancia del SAME lo trasladó a la clínica ITEBA, donde quedó internado con un traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento. En concreto, sufrió hematomas, edemas y una hemorragia cerebral que casi lo matan.
A partir de ahí la historia se tornó todavía más dramática.
Debido a la lesión, Arturo debió someterse a un proceso de rehabilitación para luchar contras las secuelas neurológicas que le dejó el golpe. Desde hace casi un año la vida de la familia de la víctima cambió por completo y tanto su ex mujer como sus dos hijas, están abocadas al cuidado del hombre y las visitas casi diarias en la clínica porteña en la que está internado.
Sus hijas contaron en varias entrevistas que ha mostrado avances, pero siempre se encargaron de aclarar que saben que no será nunca más la misma persona. López hoy va al gimnasio y hace terapia ocupacional. Si bien puede mantener una conversación, en ocasiones se muestra algo desorientado y de repente pierde el hilo conductor de la conversación. Su recuperación sigue pero la vida del playero cambió para siempre.
Pero el dolor fue doble. Después del ataque, A.C.M. desapareció y se mantuvo prófugo -con la complicidad de su familia- durante cinco meses. Finalmente, a finales de abril, el violento se entregó a la Justicia y fue derivado al Instituto de Menores Belgrano.
Sin embargo, poco más de un mes después, la familia de López tuvo otra mala noticia: la jueza de Menores porteña Carla Cavalliere le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria. Tereszko y la querella que representa la familia y hijas de la víctima, se opusieron enfáticamente y solicitaron a la jueza Cavalliere que se mantenga la detención del joven procesado hasta el juicio oral. No hubo caso y el joven se fue a su casa.
Se trata del primer juicio oral contra un menor de edad en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. El fiscal Tereszko, quien también estuvo a cargo de la investigacion, habia requerido el debate por los delitos de tentativa de homicidio y subsidiariamente lesiones gravísimas. La querella, en tanto, adelantó que pedirá penas de prisión de cumplimiento efectivo.