Su padre relató cómo su hija escapó de sus cinco agresores en el departamento de un empresario del campo. Insultos, lesiones sexuales y el polémico video del caso.
El domingo último por la madrugada, C.L., una estudiante de arquitectura de 21 años, llegó quebrada en llanto a la casa de sus padres en Lanús. Había ido esa noche a la disco Goa La France en la calle Sarmiento al 1600, pleno centro porteño. Un chico que conocía de hace un tiempo, de ir con frecuencia a la disco, la había invitado a un piso sobre el Pasaje Copérnico al 2300, barrio de Recoleta.
Entre sollozos, relató a sus padres que otros cuatro chicos aparecieron de forma sorpresiva en el lugar y la atacaron sexualmente. Sus padres llamaron al 911 e iniciaron luego una denuncia en la Comisaría Nº 19 de la Policía Federal de la Ciudad, para abrir una causa a cargo de la fiscal de instrucción Estela Andrades y del juez Marcelo Conlazo Zavalía. La carátula: “averiguación de violación”.
Hoy, C.L. descansa en su casa junto a su familia, tras recibir análisis de protocolo para posibles víctimas de violación en el Hospital Fernández. Luis, su padre, apunta a Infobae: “Tratamos de tocar el tema lo menos posible con ella. Tiene contención psicológica de su analista de siempre y también fue atendida por las terapeutas del Gobierno de la Ciudad”.
Lo que el padre de la joven indica es escalofriante: “A mi hija la insultaron, la degradaron, le dijeron cosas sobre su peso, sobre su familia. Tiene lesiones no solo en sus partes íntimas sino también en la cara, la golpearon. Ella es asmática. Tuvo un ataque de asma y corrió a encerrarse en el baño; dos de los chicos se apiadaron y la dejaron ir“.
La denuncia fue formulada cerca de las 5. Pocas horas después, un patrullero llegaba a Copérnico al 2300 para detener a G.A., el joven de 20 años que ocupaba la casa y que habría participado de la violación, un amigo del chico que invitó a C.L. al domicilio que prestó el departamento para el encuentro. G.A. reaccionó de forma algo agresiva ante el personal policial; viviría en el lugar junto a su padre, que, según registros comerciales, es un empresario dedicado al campo con un domicilio constituido en un exclusivo country de Pilar.
En el piso de Copérnico se secuestraron un preservativo y tres envoltorios, una botella de cerveza vacía, un bóxer, una pulsera de acceso VIP que sería de la disco Goa, mantas y varias sábanas, material que será peritado. Varios de los supuestos violadores se presentaron en la Comisaría, incluso con abogados.
G.A. fue liberado poco después. El joven presentó un video en su celular que habría, según fuentes policiales, garantizado su libertad: en la filmación se demostraría que el acto no habría sido forzado, sino consensuado. El padre de la joven víctima se irrita al escucharlo: “Te aseguro que no fue consensuado. No hubo ningún tipo de consenso, las pruebas médico-forenses dicen lo contrario“.
Mañana, C.L. ampliará su declaración ante el juez Conlazo Zavalía acompañada de su abogado, Fernando Soto, constituido comoquerellante en la causa.