Melina Alejandra Díaz tenía 17 años. Sus últinas horas de vida fueron las primeras del nuevo año y las pasó primero en una fiesta en la ciudad de Alderetes, de la que se retiró con Enzo Germán Manzillla, un joven estudiante de 20 años.
Según pudo reconstruir la Policía en base a los testimonios recibidos, alrededor de las 4 ambos se retiraron de una reunión y se trasladaron a la casa de Manzilla, donde mantuvieron relaciones íntimas, tras lo cual la joven se descompensó.
Su acompañante, asustado llamó a sus padres, quienes acudieron de inmediato al lugar, llamando luego al 107 para solicitar la asistencia de una ambulancia, que tardó en llegar, por lo que decidieron trasladar a la joven en auto.
Cuando colocaban el cuerpo exánime de Melina en el asiento trasero del rodado, llegó la ambulancia al lugar, pero sólo para constatar que la menor ya había fallecido, presentando sangrado por sus partes íntimas.
Minutos después, llegaron al lugar, en la calle Marco Avellaneda 450 de Alderetes, los familiares de la menor, quienes adujeron desconocer detalles de lo ocurrido, confirmando que la joven había salido con amigos pasada la medianoche.
Desde la justicia se ordenó que se realice autopsia al cuerpo de Melina y que el auto de Manzilla quedara secuestrado, pero no se dispusieron medidas de privación de la libertad contra el joven, última persona que la vio con vida.
fuente: contexto