Por Marcelo Pérez – Diario Cuarto Poder / La llegada del estacionamiento medido a la capital tucumana genera un dolor de cabeza a propios y extraños porque el intendente Germán Alfaro hizo todo mal desde un principio. No pensó en los vecinos frentistas, ni tuvo en cuenta a los que sacaban unos pesos por cuidar los autos, como tampoco se apiadó de quienes usan las calles de estacionamiento para ir a sus trabajos, no por comodidad, sino por necesidad.
Todo raro y poco claro
El tema del estacionamiento medido en la ciudad de San Miguel de Tucumán comenzó con el pie izquierdo porque, desde el inicio se hizo todo mal. El apuro del intendente Germán Alfaro, por poner en marcha un sistema que aún, nadie sabe a ciencias cierta, cómo se gestó, cuánto invirtió la empresa concesionaria del servicio (una UTE rosarina), cuánto gana la municipalidad por entregar sus calles o si es todo legal: el pliego y lo informado por la empresa para hacerse del servicio.
Por ejemplo, en la ciudad de Concepción, es el propio municipio el que se encarga de cobrar el estacionamiento callejero y, de acuerdo a fuentes fidedignas, el sistema funciona muy bien y permite buenos dividendos al Ejecutivo Municipal sureño.
Entonces, por qué la capital provincial tuvo que recurrir a una empresa foránea para que se haga cargo de un servicio que bien lo puede prestar el propio municipio, con el personal que tiene o que pudiese contratar con las ganancias que genera dicho negocio, ya que lo recaudado no vuelve al vecino.
No hay contraprestación alguna
Dice Alfaro que toda ciudad importante tiene un sistema de cobro callejero, que estacionar en la calle no es gratis en ningún lado y que había que poner cierto orden en el centro. Puede ser, pero si vamos a mirar las ciudades importantes del país veamos también si estas tienen tantos baches, aguas servidas, tapas de aguas rotas o salidas de su lugar, desagües taponeados, etc.
Además, hizo del microcentro un laberinto lleno de semipeatonales que, en pos de favorecer a los peatones, trasladó el caos a las calles aledañas, inundándolas de vehículos, taxis, motos y demás vehículos particulares, combis escolares, camiones repartidores y colectivos, que volvieron todo el tránsito en un verdadero infierno.
Alfaro también dice que busca descomprimir el centro de vehículos. ¿Entonces por qué llevó hasta las calles Lucas Córdoba (por ejemplo) o Don Bosco (por Ejemplo) o 12 de Octubre (por ejemplo) el estacionamiento medido? Eso muestra un claro fin recaudatorio. ¿Qué tienen que ver las calles Lucas Córdoba, 12 de Octubre, Próspero Mena o la Italia, con descomprimir el centro, si están en barrios periféricos, fuera de las cuatro avenidas principales?
La gente se la va a cobrar con el voto
No le será gratis a Alfaro haber pintado “moñitos blancos” en las calles para el cobro del estacionamiento porque perjudicó a muchos trabajadores que utilizan el auto por necesidad y no por comodidad. Hay que ver el precio de la nafta para saber que la gente que usa un vehículo lo hacer por fuerza mayor ya que, hoy por hoy, con la inflación galopante, muy pocos se pueden dar el lujo de manejar el auto para pasear.
Seguramente los vecinos se la van a cobrar al intendente en las próximas elecciones, sea cual fuera el cargo al que se postule. Y de paso cobrará también su mujer, la senadora nacional Beatriz Ávila, en caso de que quiera pelear por la intendencia de la ciudad.
Es sabido que el Frente de Todos hace rato que puja y quiere quedarse con ese bastión, pero no le es fácil teniendo en cuenta que en la capital provincial, históricamente se impuso el radicalismo, el bussismo y cambiemos; el PJ sólo ganó cuando el kirchnerismo vivió su mejor etapa política.
Tres fuerzas en pugna
Hoy, con la situación económica del país, con una inflación galopante, un ajuste feroz y tarifas que se fueron por las nubes; le será difícil al Frente de Todos pugnar por la capital. Pero también le será difícil al Alfarismo imponer su candidato, con el destrato que hizo con los vecinos. Peor aún, deberá competir contra un Ricardo Bussi envalentonado, de la mano de Javier Milei. La capital podrá ser para cualquiera, pero a ninguno le será fácil. El que la gane, lo hará por pocos votos.
Jaldo salió en defensa de los vecinos
Volviendo al estacionamiento medido, que fue la gota que rebasó el vaso, el propio gobernador, Osvaldo Jaldo, reconoció que fue un “negocio” del intendente mal hecho. “Con el estacionamiento medido se llevarán la recaudación los porteños”, mientras perjudica a los vecinos capitalinos.
Jaldo analizó una copia del contrato que firmó el intendente Alfaro con la empresa Tecno Agro Vial UTE. Sobre ello, el mandatario dijo que la firma es de “dudosa” procedencia y de “dudosas” prestaciones, lo que perjudica al 47% de los tucumanos que habitan San Miguel de Tucumán y sostuvo que la compañía se lleva el 85% de la recaudación.
El gobernador le pidió al intendente que dé los nombres de las empresas que integran la UTE y añadió que le parecía una exageración que quienes presten el servicio se lleven el 85% y tan sólo el 15% quede para la Municipalidad.
¿Un mal negocio o hay algo que se desconoce?
“Esta empresa no la encontró Alfaro caminando por el obelisco. Alguien se la recomendó y la documentación demuestra cuál es la vinculación de la empresa… Tecno Agro Vial también tiene otros antecedentes y hay uno que llama la atención: banco de sangre y banco de semen”.
El Mandatario provincial también observó que la firma fue inscrita como Unión Temporal de Empresas (UTE) el 21 de mayo del 2021 y que lo que se puede objetar de ese contrato “es que está firmando con empresas de dudosa procedencia y de dudosas prestaciones de servicio, que no condicen con el objeto del contrato. Todo se ha realizado bajo la figura de contratación directa, con plazo a 10 años, con prórroga de tres años más, sin lo autoriza el Concejo Deliberante y si no lo autoriza, sigue prestando servicio, o sea que puede ser hasta indefinido”.
Y concluyó: “Un pequeño detalle: el concesionario cobrará a los usuarios y el comitente, según corresponda, el servicio de inmovilización, acarreo y remoción de los vehículos en infracción. O sea que la empresa le va a cobrar al dueño del auto pero si este no paga, paga la Municipalidad. Siempre es garante la Municipalidad, ellos nunca pierden”.
En medio de todo surgió que la empresa encargada de cobrar el estacionamiento estaba concursada a la hora de firmar el contrato. Por eso, se podría caer la adjudicataria del sistema.
“Cosas veredes amigo Sancho, que non crederes”. Decía el Quijote o el Mio Cid para referirse a algo que nos causa sorpresa o perplejidad. Bueno, bienvenida la frase aquí, con este intendente.