El ministro de Economía, Sergio Massa, anunciará en las próximas horas lo que será la tercera versión de Precios Justos, en medio de una nueva escalada inflacionaria. El nuevo acuerdo que se negocia con fabricantes de alimentos y supermercados tendrá una pauta de ajuste mensual del 5%, por encima del 3,2% que estaba vigente. Y al mismo tiempo también buscará incorporar con condiciones particulares a los denominados supermercados chinos, o almacenes de barrio.
El nuevo programa estará vigente por 90 días, por lo que se aspira a llegar prácticamente hasta las PASO, que se realizarán el 14 de agosto. Se trata de un intento de Massa por ponerle algún tipo de freno a las remarcaciones de alimentos, que son cada vez más fuertes. El índice de inflación de la ciudad de Buenos Aires, que se divulgó ayer, presentó una suba promedio de 10,4 en este rubro en abril, con el consiguiente impacto en la canasta básica.
El instituto de estadísticas porteño midió una suba otra vez muy fuerte en carnes (11,5%), mientras que en verduras fue de 20%. Además, se destacaron los aumentos en leche, productos lácteos y huevos (10,8%) y en menor medida pan y cereales (8,5%). La inflación acumulada en alimentos ya se ubica en el 119,5% anual.
Para colmo la proyección de mayo es aún mayor, porque impactaría fuerte el último episodio de volatilidad cambiaria, junto a fuertes ajustes de las tarifas de luz. El temor del equipo económico es que este mes finalmente se sobrepase el 8% de inflación mensual, teniendo en cuenta que el mes pasado quedó al borde. Recién el viernes el Indec dará a conocer el dato de inflación de abril.
El secretario de Comercio Interior, Matías Tombolini, es el encargado de mantener reuniones con cerca de un centenar de empresas fabricantes de alimentos para conseguir que moderen sus alzas en los próximos meses. El problema es que la mayoría de las compañías involucradas aceleran las remarcaciones antes de pactar una suba mensual del 5%, que sería prácticamente menos de la mitad de los aumentos verificados en los últimos meses.
Hasta ahora la aplicación de Precios Justos, que ya viene desde octubre del año pasado, resultó un fiasco. No solo los alimentos subieron, sino que incluso se aceleraron las remarcaciones en algunos casos hasta semanalmente.
Para que en esta oportunidad el acuerdo resulte más efectivo se busca sumar a los almacenes de barrio. El objetivo es trabajar con una lista más acotada de productos de la canasta básica, que rondaría los 140. La intención no solo es moderar la suba en alimentos, sino además que la medición del Indec también recoja estos valores para que los datos de inflación muestren una mayor moderación en los meses que se vienen.
Sin embargo, la experiencia reciente demuestra que este tipo de acuerdos no genera ninguno de los efectos buscados. Al contrario, en muchos casos se aceleran los ajustes de precios antes de cumplir con la pauta de aumentos que pretende imponer el Gobierno.
fuente: infobae