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Este viernes, en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, concluyó el juicio oral y público contra Jorge Edmundo Mistretta (empleado de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N°1 del Poder Judicial de la Nación al momento de los hechos) por el delito de abuso sexual contra dos empleadas que tenía a su cargo.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán resolvió no hacer lugar a los planteos de nulidades incoados por la defensa de Mistretta, declaró que los hechos del caso constituyen actos discriminatorios en contra de la mujer cometidos en un contexto de violencia de género y finalmente declaró al exempleado autor penalmente responsable del delito de abuso sexual simple, por dos hechos, en concurso real en perjuicio de M.L.B. y A.C.C., imponiéndosele en consecuencia para su tratamiento la pena de cuatro años de prisión, accesorias legales y costas del proceso.

Asimismo, los jueces revocaron la excarcelación de Mistretta y dispusieron su inmediata detención en prisión preventiva, por existir riesgos procesales activos, disponiendo que la medida se efectivice bajo la modalidad de prisión domiciliaria, atento al estado de salud del condenado, y hasta tanto pueda ser examinado por una junta médica.

El Tribunal impuso también al condenado, a fin de lograr su reposicionamiento respecto a la temática- la obligación de realizar el curso de Programa de Capacitación en Materia de Perspectiva de Género, en políticas de prevención, sanción y eliminación de violencia contra la mujer.

Pagará varios millones

También hizo lugar a las medidas de reparación del daño causado a las víctimas, solicitada por el Ministerio Público Fiscal a favor de M.L.B. y A.C.C. y, en consecuencia, condenó a Mistretta a pagar a M.L.B. la suma de $ 4.400.000 (cuatro millones cuatrocientos mil pesos) y a A.C.C. la suma de $ 3.600.000 (tres millones seiscientos mil pesos), suma que deberá ser actualizada al momento del efectivo pago acorde a la tasa activa del Banco Nación, ordenando la inhibición general de bienes del condenado.

Además, atento a lo solicitado por la víctima en las últimas palabras y lo requerido por el Ministerio Público Fiscal, ordenó que se libere suplicatoriia al área de Recursos Humanos de la C.S.J.N., a los fines de que se arbitren los mecanismos administrativos necesarios para hacer lugar a la medida restaurativa solicitada de incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral-, debiendo garantizar la no revictimización de M.L.B. y valorando con perspectiva de género el destino a asignarle.

Los hechos

El primero de los hechos por los que llegó a juicio Mistretta ocurrió el viernes 16 de octubre de 2015 cuando, al terminar sus tareas en la dependencia, condujo en su auto a MLB, una empleada contratada en la misma repartición. De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio, en esas circunstancias le tocó los pechos, ante lo cual ella lo apartó preguntándole “qué hacía” y no consintió esa acción. Luego, cuando la víctima se estaba por bajar del auto el acusado quiso besarla en la boca, por lo que ella se apartó rápidamente y le gritó que estaba loco. Se bajó del auto en muy mal estado e inmediatamente fue al departamento donde se dirigía en estado de angustia y nerviosismo, y relató lo que le había sucedido.

Se sentía mal y por eso lo denunció

La pieza acusatoria indica que, al lunes siguiente, al volver a su lugar de trabajo, la víctima no quiso ni pudo volver a compartir el mismo espacio laboral con Mistretta, por lo que fue acompañada a contarle lo sucedido a Estela Martínez Vázquez, prosecretaria electoral, y a pedirle un cambio de lugar de prestación de servicios.

Inmediatamente, Martínez Vázquez tomó la denuncia, la trasladó de lugar de trabajo y puso en conocimiento del juez federal con competencia electoral en Tucumán, quien dio instrucciones de iniciar el sumario administrativo correspondiente y comunicar los hechos acaecidos al juzgado federal de turno.

Nunca se imaginó el abuso

En su declaración testimonial, M.L.B. publicada por el sitio Fiscales, relató que jamás se imaginó que Mistretta pudiera haber hecho lo que hizo, y que creía que con su jefe había construido una relación de padre a hija, de confianza fraternal, exenta de toda connotación sexual. Añadió que, no obstante, veía cómo Mistretta trataba a otras mujeres de la oficina de manera grosera y con comentarios de índole sexual que incomodaban, pero que con ella no era así. Relató además que sus compañeros de trabajo le aconsejaron que se fuera de ahí, ya que no iba a poder seguir trabajando con el acusado, porque éste iba a tomar represalias, y al año siguiente se desvinculó laboralmente de la Secretaría Electoral finalizado su contrato.

El segundo hecho que arribó a juicio ocurrió antes, entre julio y diciembre de 2013. ACC relató haber sido víctima también de situaciones de abuso sexual y de abuso de autoridad manifiestos por Mistretta, sucedidos mientras ella se encontraba trabajando en esa dependencia judicial. De acuerdo a su testimonio, la mujer siempre notó de parte del acusado “su forma desubicada y totalmente fuera de lugar con la que nos trataba, especialmente a las mujeres. Explicó que el acusado hacía comentarios groseros en términos sexuales, a veces disfrazados de chistes de mal gusto”, y que intentaba tocarla cuando la saludaba.

AAC aseguró no haber dicho nada por miedo a perder el trabajo, ya que ella necesitaba su sueldo para mantener a sus tres hijos, algo de lo que Mistretta estaba al tanto ya que la conocía desde su infancia porque habían sido vecinos. Luego de que radicase su denuncia, a ACC se la trasladó de lugar de trabajo hasta que terminó su contrato.

Mistretta se jubiló en 2019 por invalidez, sin sanción de ningún tipo.

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