Por unanimidad, los tres jueces del tribunal de Porto Alegre votaron a favor de la sentencia contra el ex presidente de Brasil por supuesta corrupción.

Con el voto unánime de los tres jueces, un tribunal brasileño confirmó este miércoles en segunda instancia la condena a prisión para el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva por cargos de corrupción, y dejó así al borde de la suspensión la prevista candidatura presidencial del líder del Partido de los Trabajadores.

Los tres jueces del tribunal regional de Porto Alegre, la cámara donde había recaído el proceso de apelación, defendieron la sentencia impuesta por el magistrado de Curitiba Sergio Moro, el mismo que interviene en el Lava Jato, de condenar al líder del PTpor corrupción pasiva y lavado de dinero. Además, extendieron la condena original de 9 años y medio de prisión a 12 años y un mes.

Cayeron, también, las especulaciones que apuntaban a un fallo dividido, que habría ayudado al político en las nuevas apelaciones por venir.

Esta segunda instancia del tribunal de la capital gaúcha, pone en aprietos la estrategia que deberá seguir el Partido de los Trabajadores –y los propios defensores del ex mandatario- para lograr dos objetivos: primero, garantizar la libertad del acusado en tanto quedan varias instancias de apelación. Y segundo mantener su nominación como candidato a presidente en las elecciones de octubre de este año.

Lo que se sabe es que hay otros recursos a ser presentados en tribunales superiores al regional de Río Grande del Sur, donde se sustanció esta segunda fase. En el interín, según palabras de los propios fiscales del caso, Lula podrá seguir en libertad. Al mismo tiempo, quedó también dilucidado cuál será el trámite en relación a las próximas presidenciales: esta definición de viabilidad o no de su postulación exigirá una resolución en ese sentido del Tribunal Superior Electoral.

El Partido de los Trabajadores está dispuesto a ir hasta las últimas instancias. Este jueves habrá una reunión ampliada de su dirección y, según anunciaron los directivos de la agrupación, saldrán de ella con la proclamación

El juez Leandro Paulsen, el segundo en hablar durante la audiencia de este miércoles, señaló que la participación de Lula da Silva en el esquema de desvíos de fondos en Petrobras es “inequívoca”.

Lula, favorito en todos los sondeos para las elecciones presidenciales de octubre, no será detenido sin embargo hasta que su defensa agote todos los recursos de apelación, un proceso que puede durar varios meses.

La confirmación de la condena emitida en el marco de la megacausa “Lava Jato” podría inhabilitar a Lula como candidato presidencial en virtud de la ley de “Ficha Limpa” (“Expediente Limpio”), aunque no estaba inicialmente claro cuándo se aplicará esa norma.

Los abogados de Lula han anunciado que también apelarán contra la medida. La decisión definitiva la tomaría un tribunal electoral.

Decenas de miles de seguidores del ex presidente se congregaron en Porto Alegre, en el sur del país, para protestar contra el juicio. Las calles aledañas a la corte contaban con un enorme despliegue de seguridad para evitar posibles disturbios.

En la ciudad también hubo protestas contra Lula. En Río de Janeiro también se registraron marchas de críticos del ex presidente.

Lula, al frente de una exitosa gestión entre 2003 y 2010, está acusado de corrupción en siete casos vinculados con “Lava Jato”.

En el proceso más avanzado, el juez estrella de la megacausa por corrupción, Sérgio Moro, lo condenó en julio de 2017 primera instancia a nueve años y medio de cárcel por haber aceptado la reforma de un lujosos departamento que tenía previsto comprar en Guarujá, en la costa de San Pablo, a cambio de favorecer a la constructora OAS en sus negocios con la petrolera estatal Petrobras.

El caso de Lula polariza a todo Brasil desde hace meses. Un 36 por ciento de los electores quieren verlo otra vez en el palacio presidencial, mientras que un 38 por ciento lo rechazan.

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