Según un reciente informe, dos de cada diez argentinos la sufren y el 30% no se trata. Por lo que estos meses que se avecinan son sinónimo de taponamiento de nariz acompañado de secreción viscosa, estornudos constantes y picazón de nariz, ojos y garganta.

La contaminación ambiental y el cambio climático provocan que la primavera llegue más pronto y sea más intensa y prolongada. Por lo que se cree que dichos factores ambientales están afectando de sobremanera a los alérgicos. Esto se demuestra porque la consulta a los especialistas está creciendo de manera exponencial.

La consulta comienza a incrementarse y, cuando la persona ya se sabe alérgica, empieza con anticipación a tomar los recaudos en busca de la prevención y así evitar los síntomas que resultan tan molestos y que influyen en las actividades cotidianas: en el trabajo, en la escuela y en la propia casa. Los mismos hacen que el enfermo esté malhumorado, incordioso e irascible.

La encargada de la Unidad de Alergia del hospital Centro de Salud, María Cecilia Lucini, contó que allí se atiende aproximadamente 240 personas por mes. “Durante agosto y septiembre aumentaron las consultas debido a las sequías, la polución ambiental y el humo por el incendio en el Amazonas. Las patologías más frecuentes en esta época son la rinitis y rinoconjuntivitis y, si bien no son enfermedades mortales, afecta mucho la calidad de vida de la persona”, explicó.

Por otro lado, la profesional sostuvo que la primera regla para combatir las consecuencias de la alergia es evitar la exposición al alérgeno. Usar anteojos de sol para prevenir molestias oculares, viajar con ventanillas cerradas, usar aspiradora en lugar de barrer, son algunas de las recomendaciones.

La Unidad de Alergia del Centro de Salud atiende de lunes a viernes, de 8 a 12 horas, con turno programado a través de Salud Escucha 0800 4444 999.

En ese sentido, estas son las recomendaciones para lograr un entorno saludable en el dormitorio, lugar donde suelen acumularse varios factores que desencadenan crisis alérgicas:

Se recomienda el cambio y lavado de la ropa de cama una o dos veces por semana, con el agua a 60 °C.

El lavado de peluches y pijamas debe realizarse de manera periódica.

Se debe tener la menor cantidad de peluches: lo mejor es directamente no tener este tipo de juguetes en el dormitorio. Se recomienda guardarlos en cajones, gabinetes cerrados o en bolsas. Si hay niños muy pequeños en la casa, se pueden dejar uno o dos, que se lavarán también con agua caliente y se secarán al sol. Otra alternativa es congelarlos en el freezer durante algunas horas.

Lo ideal es tener superficies lisas en el ambiente (por ejemplo, pisos flotantes), ya que son muy fáciles de limpiar.
Cuantos menos adornos, mejor. Evitar colocar libros y revistas en bibliotecas en este ambiente de la casa.
Sobre la ropa de cama

Se recomienda que la ropa de cama sea, en lo posible, 100% de algodón y sin blanquear (es decir, sin tratamiento), para evitar la irritación de la piel.

Los acolchados, edredones y cobertores deben lavarse cada cuatro o seis meses.

Se recomienda el uso de fundas antiácaros para el colchón y sustituir las mantas por un edredón que pueda enfundarse.
En ningún caso se recomienda el uso de naftalinas ni antipolillas, ya que estos productos desprenden compuestos químicos que son irritantes y que pueden empeorar el proceso alérgico.

Además, una serie de tips que apuntan no sólo a mejorar la calidad de quienes padecen alergias, sino a la población en general:

Ventilar los ambientes es fundamental a la hora de eliminar los ácaros.

Evitar el cigarrillo en ambientes cerrados alivia no sólo la sintomatología relacionada con la alergia, sino que ayuda a prevenir enfermedades pulmonares, cardiovasculares y metabólicas, entre otras.

Comments

Comentarios