La última corta lluvia del martes a la noche volvió a inundar la calle Bolivia. Un problema que ninguna gestión municipal logró resolver. Quizás haya que acudir a Moisés para que abra las aguas.
La breve precipitación del martes a la tarde, generó de nuevo un caos en el tránsito sobre avenida Salta en su intersección con calle Bolivia. Muchos vehículos no pudieron cruzar y los que se aventuraron lo hicieron encomendándose a sus más profundas convicciones religiosas. El problema es el mismo desde hace décadas y ninguna de la gestiones municipales anteriores logró resolverlo.
Es común que las bolsas de residuos se acumulen o que salten las tapas metálicas de los desagües, lo que genera también accidentes. A las dificultades para cruzar se suma la falta de presencia policial, que son necesarios por los individuos que aprovechan la situación para empujar los vehículos que se quedan y, en muchos casos, robarles lo que esté a su alcance. En función de la falta de proyectos para resolver el problema de larga data, algunos vecinos piensan que desde el Municipio capitalino podrían convocar a Moisés los días de tormenta.