Sand (2), Acosta y Silva, de penal, anotaron para el local, que dio vuelta un parcial de 0-2; Scocco, de penal, y Montiel habían convertido previamente para la visita.
Lanús se ganó un lugar en la final de la Copa Libertadores, con un triunfo con ribetes de hazaña: perdía por 2-0 a los 23 minutos, necesitaba cuatro goles para dar vuelta la llave de semifinales… y lo consiguió a expensas de River, que parecía tener el pasaje sellado y terminó con las manos vacías, sin poder creer una debacle inesperada. El triunfo por 4-2 deja al Granate por primera vez en la definición del máximo torneo del continente, luego de revertir el 0-1 en el Monumental.
Ignacio Scocco, tras un discutido penal de Braghieri a Nacho Fernández, anotó el 1-0; aumentó Montiel para aumentar la ventaja millonaria. Pero Sand descontó en el descuento de la primera parte y el legendario goleador granate apareció de nuevo antes del minuto de la segunda mitad para el 2-2 parcial; Acosta anotó el tercero tras una gran acción previa de Sand y Silva convirtió el tanto de la clasificación, luego de un penal de Montiel a Pasquini.
No le faltó polémica a la noche en Lanús, con una controvertida actuación del colombiano Wilmar Roldán, que obvió un penal por mano de Marcone, pero aceptó la ayuda de la asistencia de video (VAR) para el 2-2 y el penal que determinaría el cuarto tanto granate.
El ganador se enfrentará con el vencedor del cotejo que el miércoles sostendrán el brasileño Gremio y el ecuatoriano Barcelona, con amplio favoritismo para los de Porto Alegre, ganadores por 3-0 en el choque de ida en Guayaquil.