Ni Mauricio Macri ni Cristina Kirchner participaron de la campaña. El mandatario cordobés quiere sacudir el escenario del peronismo federal pero también de Cambiemos.
Ni Mauricio Macri ni Cristina Kirchner. Los antagonistas de la pendencia presidencial son los ausentes más notorios de la elección en la que Juan Schiaretti buscará un récord electoral y estirar a un cuarto de siglo el domino del peronismo en Córdoba.
Desde las 8, aunque con algunas demoras en la apertura de las mesas, las elecciones cordobesas empezaron este domingo sin mayores complicaciones.
El Presidente y la ex no se metieron en la campaña, sus nombres y rostros no aparecen en afiches ni en spot, y casi -sobre todo la senadora- no tienen candidatos con su ADN. “No pusieron ni un tuit”, graficó un peronista cordobés.
El matiz es que Macri integrará el club de los perdedores aunque la Casa Rosada se empecine en matemáticas de laboratorio. Y Cristina, que bajó su lista para huir de una derrota K, no estará entre los victoriosos.
Schiaretti espera festejar su tercera victoria como gobernador y desplegar una pátina monocolor en la provincia con la victoria en los 26 departamentos. Dar, además, el golpe de gracia en Córdoba capital, que gobierna Ramón Mestre, uno de los dos radicales que, separados, lo desafían.
La numerología previa, que el schiarettismo escondió, proyecta más que una victoria holgada, una paliza.
fuente: clarín