El 2020 no comenzó de la mejor manera para el sector de la carne vacuna. Por un lado, un consumo interno que continúa en niveles bajos por la crisis económica, y por el otro, la caída de las exportaciones durante enero pasado, como consecuencia del impacto que está generando el coronavirus en China. Así lo reflejó el último informe elaborado por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
De acuerdo a los datos aportados por la entidad, en enero pasado las exportaciones de carne vacuna alcanzaron las 41.606 toneladas peso producto, que si bien en la comparación interanual arroja un alza del 24%, la cifra contrasta fuertemente con los envíos realizados en el volumen promedio mensual comercializado al exterior en el cuatro trimestre de 2019, el cual presentó un retroceso del 32,8%.
Solamente las ventas registradas durante enero pasado presentaron una caída del 13,3% respecto al volumen cárnico exportado en el trimestre octubre-diciembre de 2018. Y al contrastar los volúmenes exportados en enero de 2018 y enero de 2019, la tasa de expansión había sido de 41,9%.
Durante el año pasado, el mercado chino se consolidó como el principal comprador de carne vacuna nacional, significando el 75% de los embarques que Argentina remitió al mercado internacional. En el primer mes del año representó el 72,6%, con ventas que generaron ingresos por 141,1 millones de dólares.
Miguel Schiariti, titular de la entidad que agrupa a frigoríficos locales, advirtió que “la cuarentena a la que fueron sometidas las grandes ciudades de China para controlar el coronavirus ha generado grandes problemas logísticos, y muy serios, con envíos cárnicos que debieron ser remitidos desde hace diez días a puertos como Taiwán”.
Además, la máxima autoridad CICCRA comentó: “La notable desaceleración del ritmo de expansión interanual, así como la magnitud de la caída con respecto a lo observado en el final de 2019, se explicaron por la desaceleración de los embarques a China, aún antes de que el coronavirus afectara el normal funcionamiento de las transacciones económicas mundiales”.
Consumo interno
Por su parte, el consumo local de carne bovina por habitante durante febrero pasado se situó en un promedio de 50,7 kilos anuales, cifra que ofrece una merma del 8,3% respecto al gasto que la población realizaba en igual mes del 2019. Así el consumo de carne vacuna bajó en 4,6 kilos por habitante en el último año.
“El poder adquisitivo del salario en la Argentina sigue muy deprimido, a punto tal que en febrero el ganado aumento un 3,8% y la carne al público en los mostradores o góndolas exhibió un alza del 1,4%. Esto quiere decir que la cadena absorbió más de dos puntos porcentuales de lo que aumentó el ganado en pie”, explicó Schiariti.
En lo que respecta a la producción de carne vacuna, alcanzó en el primer bimestre de este año las 486.000 toneladas, un 1,3% por encima de los mismos meses de 2019. Del total producido, en el período mencionado, el mercado interno absorbió el 77%, significando unas 374.000 toneladas res con hueso, reflejando una baja de 5.800 toneladas en comparación con el primer bimestre del año pasado.