Creció la pobreza entre los trabajadores | Los argentinos que aún siendo asalariados cayeron bajo la línea de pobreza crecieron un 7,2% en apenas un año, según las cifras oficiales dadas a conocer por el INDEC.
¿Quién no ha escuchado la frase “el trabajo dignifica”?
Seguramente la respuesta es: cientos de veces y seguramente esta afirmación era cierta, es más, en los tiempos de nuestros padres trabajando se prosperaba.
Lamentablemente la situación fue cambiando y los ataques a los ingresos y derechos laborales se continuaron, después sólo trabajando se llegaba a fin de mes y finalmente, ahora el sueldo, en muchos casos, ni siquiera alcanza para no ser pobres.
Bajo estas circunstancias podemos decir que no es digna la situación del que trabaja todos los días y el magro salario no lo deja cruzar la línea de la pobreza.
Nuestros gobernantes se han olvidado de para quienes gobiernan y han terminado confundiendo al Estado con algo de su propiedad.
¿A quién favoreció Macri?
La gestión de Mauricio Macri ha terminado favoreciendo a los empresarios, especuladores y formadores de precios.
El mayor impacto de los aumentos de tarifas y la inflación terminó por fulminar a la clase trabajadora hasta el punto que el mismísimo Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer datos donde cerca de 4,5 millones de argentinos asalariados están por debajo de la línea de la pobreza.
Es un fenómeno que se disparó en el último año: pasó del 17,3% al 24,5% de la población urbana, según datos oficiales.
El 24,5% de los que tienen empleo son pobres. Un año atrás, los ocupados pobres eran el 17,3% de la población urbana total.
¿Cuántos son los trabajadores bajo la línea de pobreza?
Son 4.530.000 personas que trabajan pero aun así son pobres, de acuerdo a los datos del primer trimestre de este año de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC procesados por especialistas sociales.
Esos 7,2 puntos adicionales en un año equivalen a 1.225.000 nuevos pobres con empleo.
Si a los 4.530.000 se agregan las personas desocupadas y se suman sus familias, en especial si cuentan con niños menores de 14 años donde alcanza al 49,6% y además los inactivos pobres (como adolescentes y jubilados y pensionados), la pobreza urbana total suma casi 14 millones.
Hace tiempo que tener trabajo no evita caer en la pobreza
La recesión iniciada en abril del año profundizó la caída de más ocupados por debajo de la línea de pobreza por la fuerte pérdida del salario real frente a la inflación y los valores de las canastas de indigencia y pobreza; en paralelo, se dio un aumento del empleo no registrado entre los asalariados y cuentapropistas.
La medición del INDEC de pobreza por ingresos o monetaria toma en cuenta los ingresos de las personas y familias y los contrasta contra el valor de la canasta de alimentos básicos y la canasta básica total que en esos 12 meses aumentaron entre un 60,9% y 64,2% frente a aumentos de salarios y de jubilaciones en torno del 35%.
A eso se agrega el deterioro de ingresos de los cuentapropistas informales y monotributistas registrados.
Asalariados formales e informales
Los datos desagregados indican que los asalariados pobres aumentaron del 15,3% al 22,4%: son 3.250.000 asalariados pobres que se desglosan entre 1.900.000 asalariados informales y 1.450.000 formales.
Estos niveles de pobreza entre los asalariados se explican porque los que se desempeñen en sector privado ganan menos de $ 33.395, según los datos del Ministerio de Producción y Trabajo. Con los descuentos de jubilación y salud, el sueldo “en mano” se reduce a menos de $ 27.717.
Así, sumando la asignación familiar por hijo, esos ingresos se ubican por debajo del valor de la canasta de pobreza de una familia tipo (matrimonio con 2 hijos menos) que en mayo estaba valuada en $ 30.337,84.
De aquí se desprende que sin el ingreso del cónyuge, esas familias con empleo formal del jefe de hogar se ubicarían por debajo de la línea de pobreza.
Incidencia de la variación de precios
Además, según el informe oficial, “en términos reales, teniendo en cuenta el efecto variación del nivel de precios, en mayo la remuneración real mediana cayó el 10,4%”. La caída es en comparación a mayo de 2018.
Al deterioro salarial se suma la pérdida de 240.000 empleos registrados en 12 meses a mayo último, según el Ministerio de Producción y Trabajo, lo que elevó la pobreza entre los sin trabajo.
Esta situación es más que alarmante, ya que no sólo se incrementaron notablemente las cifras de desempleados, sino que ahora, en muchos casos, ni siquiera trabajando se puede romper esa barrera que cada día atrapa a más argentinos, la de la pobreza.
La “reforma laboral” que plantea Cambiemos no es más que el golpe de gracia a la clase trabajadora, despojándola de beneficios adquiridos, como ser el aguinaldo, y demás derechos que fueron ganados con la lucha y la vida de cientos de trabajadores.