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No se descarta que el segundo asesinato de un policía en una semana haya estado motivado por una venganza contra las fuerzas de seguridad.

La policía detuvo a cuatro jóvenes por el crimen del agente Víctor Emanuel Lazarte. Uno de ellos es hermano de Edgar Villafañe, el procesado por el homicidio del cabo Ramón Sánchez. Otro de los arrestados es pariente, aunque no se sabe si es primo o sobrino del joven al que le dictaron la prisión preventiva el viernes pasado.

La escena se repitió. Como hace menos de una semana, los móviles policiales recorriendo a toda velocidad las calles de los barrios Las Piedritas y Tiro Federal. Efectivos uniformados con escudos recorriendo los enlodados pasillos que ningún foráneo se atreve a ingresar y hombres de civil recolectando información para poder encontrar a los sospechosos. La presión dio sus frutos y terminó con el arresto de los acusados.

Con el correr de las horas, se van conociendo detalles del homicidio número 54 que se registró en la provincia. Anoche, pasadas las 20.30, el agente Víctor Emanuel Lazarte (22) abandonó su casa para parchar la rueda de su moto. Cerca de las 21, decidió regresar porque quería acostarse temprano porque hoy tenía que brindar servicios. A unos 20 metros de su vivienda, fue abordado por cuatro motochorros que lo rodearon para robarle la moto.

Hay dos versiones sobre lo que sucedió después. Una indica que el agente, que estaba de civil y desarmado, intentó resistirse al robo y uno de los delincuentes le disparó a quemarropa. Otra, que los asaltantes lo conocían y al descubrir que era él, decidieron atacarla a balazos. Luego huyeron del lugar sin llevarse el rodado.

El joven de 22 años fue llevado por vecinos hasta su casa. Lo trasladaron en una camioneta hasta el hospital Padilla donde falleció. Los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida. El disparo que recibió a la altura del cuello había sido letal.

Después de rodear la zona, personal de Homicidios, al mando de los comisarios Susana Montero, Adrián Moreno, Miguel Carabajal y Jorge Dib, detuvieron a cuatro sospechosos. Los investigadores están siguiendo muy de cerca las alternativas del ataque. En base a los testimonios de algunos vecinos, el hecho no tendría características de haber sido un robo, ya que no escucharon ningún tipo de amenazas. Sí se sabe que conocían a Lazarte y que sabía que era un uniformado. “Todo es materia de investigación”, señaló el jefe de Policía Julio Fernández.

El detenido en las últimas horas, cuya identidad no trascendió por el momento, como su hermano, tendría causas abiertas en la justicia por delitos contra la propiedad. Los investigadores sospechan que integrarían una banda que se especializaba en robar motos en la zona. Sus familiares estarían mencionados en varias causas de narcomenudeo, según informaron fuentes policiales y judiciales.

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