Una mujer de 48 años, identificada por los organismos oficiales como Valeria Noemí Liendro Ríos, fue asesinada de al menos tres disparos tras discutir con su expareja, Maita Paola Judith de 34 años, quien tras perpetrar el homicidio se quitó la vida en un inquilinato que alquilaba sobre la calle Alvear, de la capital de Salta. Todo hace indicar que se trató de un crimen pasional seguido de suicidio.
El padre de Valeria se encontraba sentado a unos 15 metros donde yacía el cuerpo de su hija. Al ser consultado acerca de lo ocurrido, contó que su esposa le había dicho a su hija que fueran a desayunar: “”Vamos a desayunar’, le dijo su madre y Valeria le contestó “anda nomás mamá, andate adentro por favor’”.
Los padres ajenos a la violencia
La madre nunca sospechó de que ella -Valeria- estaba amenazada. Cuando entró sintió los disparos.
Un remisero que pasó por el lugar tocó la puerta y avisó que una mujer estaba tirada en la vereda. Esa su hija Valria.
A raíz de la información colectada por los investigadores en las primeras horas del cruento suceso, Maita Judith (34) fue a buscar a su expareja, Valeria Liendro Ríos (48), a la vivienda de esta última en la calle Talcahuano 143.
Dentro de un vehículo, los tiros
Habían pasado algunos minutos de las 6 cuando ambas se encontraban a bordo del vehículo perteneciente a la víctima, una Ford Eco Sport dominio NPS725 color blanco. Al parecer mantuvieron una discusión, se presume que el motivo fue el drama psicológico que la agresora mantenía tras no aceptar la ruptura de la pareja.
Al cabo de algunos minutos, y por lo aportado por los vecinos del lugar, se escucharon tres detonaciones de arma de fuego. Judith había ejecutado a su expareja.
Un empleado que pasó por el lugar, perteneciente a la empresa Agrotécnica Fueguina, declaró que junto a un compañero observaron el momento en que una mujer corría, previo a eso habían escuchado dos disparos, siguieron el recorrido de la mujer hasta calle Olavarría donde la perdieron de vista.
Luego de abrir fuego contra la humanidad de su ex, Maita Judith regresó al lugar donde alquilaba, en calle Alvear 745, para quitarse la vida. Antes, según indicaron familiares de la mujer, llamó a su madre para confesar el crimen y avisar que se iba a matar.
Suicidio de la victimaria
En la comunicación que mantuvo con su hija por última vez la señora sostuvo que Judith le pidió perdón, que “ya estaba muerta en vida” y que se “mataría” para dar fin a la comunicación. De inmediato, como pudo en estado de shock, la señora le avisó a su hijo de 19 años, quien dio el alerta el sistema de emergencias 911.
Durante la tarde de ayer personal policial estuvo en el lugar de calle Alvear donde Paola Maita se quitó la vida, su cuerpo yacía en la cama de una habitación, al costado un arma tipo pistola calibre 22 que fue secuestrada por personal de la División Homicidios.
fuente:tribunodesalta