En esta entrevista a solas con la ministra de Seguridad Sabina Frederic, habló sobre cómo fue pasar de la antropología a la enorme responsabilidad de conducir a 90 mil efectivos de las fuerzas. Describe su relación con Alberto Fernández y con Cristina y evaluó como fueron los controles el fin de semana.
La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, en una charla distendida habló de todo, de su primer año de gestión, cómo fue pasar de antropóloga a ministra de Seguridad, su relación con los medios y con Alberto Fernández, y de qué piensa de Berni. Asimismo, afirmó que cree en la inocencia de Cristina: “Hay que escucharla más” y asegura que Massa es una pieza fundamental en el Frente para Todos.
—¿Cómo se encuentra a un año y cuatro meses de su gestión?
—Han sido un año y cuatro meses muy distintos. Tuvimos, en un primer período, que hacernos cargo del Ministerio, entender cuáles eran los problemas más urgentes. Sobre todo, las demandas más urgentes de las fuerzas federales de seguridad, en cuanto a necesidades de equipamiento, despliegue. En ese período, pudimos hacer también un primer Consejo de Seguridad Interior, en Tucumán, que marcó una agenda de trabajo además de recoger demandas de equipamiento de las provincias. Después vino el tiempo de la emergencia sanitaria, los controles estrictos para fiscalizar la circulación, restringirla. Nosotros tuvimos ahí un protagonismo fundamental por el propio decreto, que nos puso la responsabilidad junto con la Policía de la Ciudad, la de la Provincia y todas las policías del interior.
—Cuando el Presidente anunció el aislamiento preventivo obligatorio, ¿qué fue lo primero que pensó y lo que más le costó afrontar?
—Lo más difícil fue imaginar un dispositivo que frenara, de un día para el otro, la circulación de millones de personas, entre la provincia y la Ciudad de Buenos Aires, y también al interior de la provincia. Frenar esa circulación, impedir que la gente usara el fin de semana largo. La evaluación que hacemos, sobre todo de los primeros meses, del primer tiempo de la cuarentena, es que hubo un acompañamiento muy grande de la sociedad. Un entendimiento de por qué el Presidente pedía ese sacrificio y la necesidad de ganar tiempo para fortalecer el sistema hospitalario.
—¿Cuál es su evaluación del primer fin de semana con las nuevas medidas del último DNU, y que opina de los controles en los ingresos a la provincia de Buenos Aires que provocaron grandes demoras?
—Es positiva, se sigue observando una disminución en vehiculos particulares y en el transporte público. Por supuesto con la información que nos da el ministerio el día lunes se va a poder constatar objetivamente.
Y respecto a los controles de la provincia de Buenos Aires, ellos tienen la juridicción de hacerlo. Eran controles inminentemente sanitarios, nosotros tomamos contacto con el gobernador para ajustar esa coordinación y finalmente la provincia decidió levantarlos en horas del mediodia.
—¿Cómo se pasa de antropóloga a ministra de Seguridad?
—La verdad es que yo conocía este lugar, porque estuve cuando Nilda Garré era la ministra de Seguridad. Mis sentimientos tuvieron más que ver con la enorme responsabilidad que significaba administrar 90.000 efectivos de las fuerzas federales, la seguridad como agenda nacional. Definir qué es la seguridad como agenda nacional. Que no es la misma que la agenda provincial de seguridad o de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Buenos Aires o Ciudad de Buenos Aires. Fue básicamente eso. Y luego lidiar con el mundo de la comunicación (risas). De los medios de comunicación…
—Tiene la oportunidad en esta entrevista, ¿a qué le costó más adaptarse?
—Es un salto cualitativo. Yo he estado en la televisión, hablando en radio, he dado notas como especialista en fuerzas de seguridad, pero la relación con los medios de comunicación en un cargo público es muy diferente por la demanda que hay de los medios, respecto de la agenda de seguridad. Es muy distinto también porque el posicionamiento público tan amplio nos obliga a tener una perspectiva que se condiga con nuestro discurso, una perspectiva mucho más inclusiva. Es decir, uno debe tener muy claro a quién le está hablando cuando está en este lugar. Le está hablando a todo los argentinos y argentinas. Y eso es un desafío. Cómo dialogar con distintos actores, múltiples, diversos, con intereses y visiones muy distintos.
—¿Hay algo que haya dicho de lo que se haya arrepentido?
—No, no, yo creo que cada cosa que dije se convirtió en un aprendizaje, sobre cómo decir. La clave no es tanto no decir algunas cosas, sino cómo decirlas, para que puedan llegar, ser escuchadas.
—Algunos funcionarios de este gobierno tienen una forma de hablar muy efusiva, polémica. No es su caso, ¿cómo lo maneja?
—Eso es mi carácter. Mi personalidad es así. No es que me controlo para no ser efusiva. Soy así y hablo como soy y como siento. Necesito tener una conexión sensible con lo que digo. No puedo decir algo que no pienso o algo en lo que no creo. Hay otra gente que tiene esa habilidad, yo no la tengo.
—¿Le afectan las críticas en los medios?
—No, a mí me gusta mucho la crítica cuando es fundada. Lo que veo es que hay mucha crítica infundada. Con un desconocimiento enorme. Hay periodistas que leen los titulares y preguntan sobre la base de los titulares. No se informan de aquello sobre lo cual están opinando. Esa crítica debería ir desapareciendo del periodismo. Por supuesto que hay un periodismo serio, profesional. El problema es cuando uno tiene que estar desarmando operaciones sobre cosas que no se hicieron, no existen, no se dijeron, no van a suceder, ni se pensaron siquiera. Eso me parece un problema serio que nos roba mucho tiempo para dedicarle a lo que básicamente tenemos que hacer, que es resolver problemas.
—¿Se vacunó?
—No, yo no estoy vacunada. Y tengo un compromiso muy grande para que el personal que de mí depende, que son todos los efectivos de las fuerzas federales, una población prioritaria en el sistema de vacunación contra el COVID, se vacunen. Así que de lo que me estoy ocupando es de que se vacune el personal de las fuerzas de seguridad federales. Estamos con una escasez mundial de vacunas. La Argentina no está fuera de esa situación.
—¿Qué opina de algunos integrantes del Gobierno que se vacunaron no siendo personal médico, como el caso de Carlos Zannini?
—El Presidente dio una señal muy clara cuando lo tuvo que dejar afuera a Ginés González García. En ese episodio hay claridad sobre que esa no era la manera. Salvo el Presidente, la Vicepresidenta o los Gobernadores, que son electos, que es claro que tienen que estar vacunados, porque son imprescindibles, el resto de los funcionarios tenemos que ajustarnos a criterios generales, entrar en las generales de la ley y vacunarnos cuando haya que vacunarse. Estoy de acuerdo con eso, hay que tener criterios claros que rijan para todos en igualdad de condiciones. Tuvimos dos casos de efectivos de la Policía Federal que se vacunaron y no estaban en la lista, y los pasamos a disponibilidad. Hay mucha gente que está esperando que le toque. Es muy respetable esa actitud. Y no la de aquel que quiere pasar por encima del otro haciendo uso de sus contactos.
—¿Ya se retiraron las fuerzas federales de Puerto Madero y de las villas?
—Sí. Se fueron hace aproximadamente un mes de Puerto Madero y de la 21-24. Se fue la Prefectura. O sea, la Policía de la Ciudad se hizo cargo de esa jurisdicción. Continúan en la 1-11-14, en el barrio Ricciardelli. Ahí está la Gendarmería.
—Las fuerzas que se retiraron ¿dónde fueron reubicadas?
—Los que se fueron de Puerto Madero y de la 21-24 están, algunos, en el Gran Buenos Aires. Y una pequeña parte en Rosario, ahí hicimos un refuerzo de 300 efectivos, hace un mes.
—Hablando del Gran Buenos Aires, ¿cómo es su relación con los Intendentes?
—Es muy buena. Es una relación de trabajo, de coordinación. En este nuevo año los intendentes empezaron a manifestarle al Presidente la necesidad de coordinar con nosotros directamente, o sea con el Ministerio de Seguridad de Nación, el despliegue de las fuerzas federales, porque tienen mucha más información que la provincia y que nosotros por los centros de monitoreo, por el sistema de cámaras. Ellos tienen el termómetro real de las conflictividades en los diferentes barrios por temas de inseguridad.
—¿En esta nueva coordinación, el ministro Berni, participa de la comunicación?
—En esto que es cómo y dónde desplegamos las fuerzas federales, que las conduzco yo, ministra de Seguridad de Nación, no tiene injerencia. Lo que él hace es coordinar su fuerza, que es la Policía de la Provincia. Pero en principio no, no tiene ninguna participación.
—¿Cómo es su relación con el Presidente?
—Es muy buena. Es una persona que escucha mucho. Que está atento a distintos tipos de problemáticas. Yo, por supuesto, solo lo molesto cuando creo que es necesario que él esté al tanto de algún tema e inclusive intervenga. Es una relación muy fluida. Es una persona muy sensible. Muy inteligente. Siempre tiene otra mirada sobre las cosas. Otro punto de vista. Y la verdad es que es muy buena.
—¿Con Cristina Fernández tiene contacto?
—No, no tengo contacto. No he tenido contacto directo, pero sí trabajo mucho con gente muy próxima a ella.
—¿Qué opina de su rol como Vicepresidenta?
—Es una de las políticas más importantes, si no la más importante que tiene la Argentina. Con una mirada muy estratégica sobre grandes temas. Ella, tal vez por el momento en el que le toca ser Vicepresidenta, el lugar en el que está, cuando uno lee la carta que escribió, o inclusive en sus pocas intervenciones en actos públicos, es como que está siempre mirando más allá. Como cuando planteó el tema de salud, de la organización del sistema de salud y de la cuestión de la deuda. Es una persona que, por su gran experiencia de gobierno, una experiencia que no tiene nadie en la Argentina, tiene esa capacidad para mirar y apuntar a ciertas cosas que yo creo que son señeras. Son maneras de iluminar también lo que pueda ser agenda, sobre todo en el mediano plazo. Es un lugar muy particular el que tiene, sobre todo por su experiencia de gobierno y por su poder. Y por todas las dificultades que ha atravesado, ella y su familia, situaciones de mucha persecución, hostigamiento. Cosas que se dicen permanentemente. Debe ser una mujer muy dura. Creo que no hay nadie que tenga esa cantidad de improperios, de falsas apreciaciones.
—Con todas las denuncias que tiene en su contra, ¿cree que Cristina es inocente?
—No tengo lectura de ninguna de sus causas. Mi opinión no es una opinión fundada jurídicamente. Pero sí he escuchado a todos los que sí han tenido conocimiento exhaustivo de las causas y he escuchado sus argumentaciones, y en la inmensa mayoría parecen inventadas. Tuve la oportunidad de leer el informe de la Bicameral que fiscalizó los organismos de inteligencia, encabezada por (Leopoldo) Moreau, estuve leyéndolo ayer justamente, y la verdad es que es espeluznante el sistema de espionaje que se armó, combinado con algunos actores del Poder Judicial, fiscales, jueces, algún seudo periodista, contra la Vicepresidenta. Como dice el informe, nunca más. Las instituciones argentinas tienen que aprender de esas experiencias y reconvertirse para evitar cualquier cosa parecida a eso, porque le puede tocar a cualquiera. Ese es el punto. Le tocó a la Vicepresidenta fundamentalmente. Ese informe de la Bicameral debería leerlo la inmensa mayoría para enterarse de las cosas espantosas que pasaron acá en los años del anterior gobierno.
—Pasa algo en el país, cualquier hecho que dependa de su ministerio, ¿quién es la persona que la llama primero y cómo es el mecanismo de alerta y de acción?
—Depende mucho de qué pase.
—Por ejemplo, el caso de la muerte de Maradona.
—Yo estaba en Neuquén. Una cosa es la muerte de alguien como Maradona que fue tremendo por lo que implicó para todos, porque es una figura indiscutible. Ahí el llamado inmediato fue ¿dónde se hace el velorio? Ahí la llamada es a la Secretaría General. Policía Federal, también, para empezar a pensar qué dispositivo conviene. Fue muy vertiginoso. Nosotros pensamos alternativas, pero bueno, tuvo una dinámica que… ya lo sabemos todos. En cuanto a conflictos provinciales, llamo a Ministro del Interior, por supuesto. En general él sabe antes que nosotros. Hay mucho con los gobernadores también. Por ejemplo, la visita de mi antecesora a Río Negro que sabíamos que iba a ser compleja, porque tiene amigos y muchos detractores allí. Enseguida hablé con la gobernadora. Es decir, yo me ocupo de identificar a los actores clave. El primer llamado siempre desemboca en una serie de muchos más llamados.
—Se levanta a la mañana y ¿cuál es el primer WhatsApp que lee?
—Hoy sonó el primero a las seis y media de la mañana. Los más importantes son los de las cuatro fuerzas federales. Por supuesto, si hay mensajes del Presidente o del jefe de Gabinete o de algún ministro. Pero esos son los que primeros llegan. En general, el resto empieza a aparecer más tarde.
—¿Alguna autocrítica de su gestión?
—Ay, tengo… Todos los días reviso lo que hago. Todos los días.
—¿Próximos proyectos?
—Tenemos muchos planes. En principio, un trabajo que venimos haciendo, sostenido, de control y fiscalización del tránsito de mercancías, junto con la AFIP, en la zona de la hidrovía, en los puertos. Sobre todo, en Santa Fe, San Lorenzo, el Norte de Buenos Aires y en las rutas nacionales, porque estamos muy decididos a perseguir el delito de contrabando, sobre todo de granos, que ha crecido de una manera exponencial en el último año. En cantidad de procedimientos, pasamos de 30, en el 2019, a 150, en el 2020. Se incrementó como un 50 %, más o menos, la cantidad de grano decomisado. Queremos fortalecer esa política de seguridad, porque consideramos, con el Presidente, que tenemos que ser justos, que no puede ser que quienes pagan las retenciones y realizan toda la tramitación para la exportación vean que hay una cantidad de granos que circula por la Argentina sin ningún tipo de pago de impuestos, ni de retenciones. Segundo, porque es alimento, un bien estratégico para Argentina.
—¿Y contra el tráfico de drogas?
—En cuanto a la política contra el narcotráfico, que es central para nosotros, también venimos mostrando, contra lo que se decía al
principio de la gestión, que llevamos decomisada mucha más cantidad de marihuana que la que se decomisó en los últimos años del gobierno anterior. Un 40 % más de toneladas, si comparamos 2019-2020. Ahí estamos haciendo una inversión muy grande en comunicaciones. Inauguramos, hace veinte días aproximadamente, una antena en Iguazú, que permite la comunicación a un radio de 40 a 50 kilómetros, en un lugar que estaba sin comunicación. Después, tenemos una política en la frontera de integración. Por supuesto que estamos en el peor momento para hablar de integración, porque la circulación es solamente de camiones. Pero, aun así, estamos haciendo una inversión grande en cuatro puntos de la frontera para mejorar las instalaciones, el equipamiento y la atención de los que la transitan y también de quienes trabajan en esos lugares.
Entrevista a Sabina Frederic – Ping Pong
—¿Se anima a un ping pong político?
—Sí.
—El papa Francisco
—Una persona que llegó a un lugar muy difícil. Que tiene una influencia muy grande y una filosofía muy saludable para la época en la que vivimos.
—Alberto Fernández
—Me parece un gran político. Una gran persona y gobernante, en una época terrible que le ha tocado, tanto por lo que ha dejado el gobierno de Macri, en cuanto a endeudamiento y empobrecimiento, como en cuanto a la pandemia.
—Axel Kicillof
—Un tipo con una gran capacidad de llegar a la gente, a la que creo que no se llegaba en el pasado. Una gran influencia entre los jóvenes, que es muy importante, y también, un hombre con mucha capacidad en un momento muy difícil y en una provincia que no sé si no estaba peor que la Argentina.
—Horacio Rodríguez Larreta
—Es un hombre que está tratando de liderar un espacio. Me parece que es un hombre cambiante. Es un jefe de Gobierno que ha cambiado su gestión en lo que va de su mandato y hoy tiene un desafío complejo, que es liderar un espacio político.
—Carla Vizzotti
—Carla es una gran mujer. Una gran ministra. Una gran compañera de trabajo. Va mostrando que lleva lo que le toca con mucha dulzura, mucha sensibilidad y mucho equilibrio.
—Sergio Massa
—Creo que está en el mejor lugar que podría estar en este momento. Hace un trabajo impecable en esa articulación, tanto en el Congreso de la Nación, entre Senado y Diputados, como en el Poder Ejecutivo. Es un tipo con el que se puede trabajar muy bien. Creo que es un hombre fundamental en este momento, en el equilibrio y en la diversidad de este abanico, que es el Frente de Todos.
—Máximo Kirchner
—Es una persona con la cual yo no hablé muchas veces, pero las veces que hablé quedé impresionada, primero por su sencillez, pero a la vez por su inteligencia y su visión de los problemas. Me parece que es una persona que tiene una gran capacidad y proyección política hacia adelante.
—Sergio Berni
—Es el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Tiene ambiciones políticas. Muchas ambiciones políticas. Y le tocó administrar la seguridad en el peor distrito, no el peor distrito, porque yo vivo en el Conurbano, me refiero al peor distrito porque tiene mucha complejidad, con una policía muy deteriorada, muy maltratada, y bueno, no es un lugar fácil el que tiene.
—Mauricio Macri
—No hay nada de Mauricio Macri que a mí me haga hablar bien de él. Lo padecimos todos como Presidente, pero yo lo padecí particularmente. Me tocó, en su momento, en el sector de ciencia en la Universidad. Participé mucho de las protestas contra esa política. Empobreció aquellos lugares del Estado que hoy sabemos que son los más importantes: salud, trabajo, ciencia y educación.
—María Eugenia Vidal
—Me cuesta creerle, esa es mi principal dificultad con ella. Es lo único que puedo decir.
—Cristina Kirchner
—Es una mujer a la que hay que escuchar siempre. Ojalá hablara más. Sería muy bueno para todos y todas, por el valor que tiene su palabra y por la importancia política que tiene, por su mirada estratégica y por la experiencia enorme que tiene de gobierno.
fuente: infobae