La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner protagonizó un acto por la reedición de un libro, en la antesala de las elecciones presidenciales.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó este sábado la reedición de un libro -titulado “Después del derrumbe”– sobre conversaciones entre el expresidente Néstor Kirchner y el filántropo Torcuato Di Tella, en el medio de la campaña de las elecciones 2023 del 22 de octubre. Allí apuntó contra la “casta de los economistas” que “han tenido un rol fundamental en el modelo neoliberal y en los últimos 40 años de la República Argentina”.
En el auditorio de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y acompañada por el periodista Pedro Rosemblant, la ex presidenta realizó un análisis sobre el escenario electoral recuperando fragmentos del libro, en un discurso titulado “Castas, herencias, derrumbes y futuro“.
Después de reconocer la dificultad que provoca la inflación, pidió no “llorar sobre la leche derramada” y ratificó su apoyo a Sergio Massa: “Fui una de las impulsoras de que no hubiera PASO y que se pudiera construir una lista de unidad“. Después se preguntó, en caso de una interna peronista, “¿cuánto hubiera sacado el de La Libertad Avanza?”.
En ese marco, manifestó: “Quiero reconocerle algo muy importante al ministro de Economía, que es haberle dicho a la sociedad la verdad sobre el Fondo Monetario Internacional. Gran decisión”.
Al referirse a la “casta de los economistas“, describió el deterioro de la industria nacional durante la gestión de José Martínez de Hoz durante la última dictadura militar, donde también apareció la figura de Domingo Cavallo: “Estaba en el Banco Central y estatizó la deuda en pesos de los grupos privados”. En ese mismo organismo, trabajaba Carlos Melconian, quien estatizó la deuda en dólares e impulsó la anulación de la investigación judicial sobre la contracción de esa deuda.
Luego detalló el proceso de privatizaciones de servicios públicos durante la década de los ’90 y remarcó que “en el 2001 se cae todo. No le devuelven a la gente sus depósitos”. “En ese momento era todo privado, no había nada público”, puntualizó y opinó que “el problema era que había deflación” y que la “deuda estaba defaulteada”.