-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace disfrazado de bombero? ¿Acaso se va a incorporar a algún cuerpo?
-No, mi estimado, estoy por ayudar a apagar un incendio político…
-¿Un incendio político? ¿Dónde?
-En el PJ querido amigo.
-Pero, ¡apaguen el fuego! ¡¡¡¿cómo se va a incendiar ese edificio tan moderno?!!!
-¡¡¡No sea zopenco!!! Me estoy refiriendo a la incipiente interna que se está gestando.
-¿En qué se basa para hacer esas afirmaciones?
-En el nivel de actividad de muchos de los compañeros peronistas en este tórrido enero.
-¿Uste se refiere a la gran afichada que hizo del MUP de Luis Romano?
-¿Cómo lo sabe?
-Lo leí en la página digital de Diario Cuarto Poder.
-Ah, justamente a esa afichada, que no es sólo eso mi querido; además de las pintadas de otro grupo de militantes que se reunieron en Río Seco antes de que finalice 2016, y a las aspiraciones de otros dirigentes que no fueron tenidos en cuenta nunca en las listas del “alperovichismo”.
-Hay mucho movimiento entonces…
-Sipi.
-¿Y todos quieren ser candidatos?
-No es sólo eso, quieren tener opinión, o mejor dicho: voz y voto.
-¿Y José Alperovich qué hará?
-Su juego.
-¿Qué juego?
-Tratar de imponer la mayor cantidad de nombres de su riñonada.
-¿Lo logrará?
-No sé. En estas elecciones no está en juego su imagen, pero pueden incidir en los posicionamientos para 2019, donde él quiere repetir.
-Pero ¿quiere experimentar con el cuero de otros?
-Esa es una buena jugada para no hacerse cargo de la derrota o del empate…
-¿Puede haber empate?
-Sipi.
-¿Y la oposición?
-Sabe que en esta contienda se decide si Alperovich será candidato en 2019.
-¿Y hay unidad?
-Más que unidad, yo diría desconfianza. Pero tengo seco el garguero.
-Le invito una limonada amarga…
-Que usted es amigo de Trump…?