-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con ese visor de realidad virtual? ¿Qué es lo que quiere agarrar? ¡Esa es mi billetera, déjela!
-Disculpe mi estimado. Estaba dentro de la Casa Histórica y quise abrir una puerta…
-Ah, ¿se puso a tono con los festejos de la Independencia argentina?
-Sipi, pero también le quiero contar que, hablando de la Casa Histórica, están por volver los amigos…
-¿Sergio Galleguillo y Los Amigos?
-¡¡¡No sea zopenco!!! Le estoy diciendo que tiene que ver con la casa que nos supo alquilar Doña Francisca Bazán de Laguna.
-Ah, usted se refiere a los amigos de la Casa Histórica.
-Sipi.
-Pero, ¿no les habían dado el olivo?
-Sipi. Pero ahora desde Cultura de la Nación les están dando luz verde para el regreso…
-¿Y qué harán? ¿Estarán en la boletería?
-Noooooo.
-¿Entonces?
-Alquilarán cuatro visores de realidad virtual en el que los turistas harán un recorrido por el museo.
-Ya habían hecho una prueba piloto con eso, si mal no recuerdo…
-Sipi. Y eso no es todo mi estimado amigo.
-¿Qué más habrá?
-Dicen mis informantes que tienen pensado incorporar más adelante hologramas.
-¡Están hechos unos tecnológicos!
-Sipi.
-¿Y dónde está el negocio acá?
-No sea tan desconfiado y espere que lo pongan en práctica.
-¿Avelluto está al tanto?
-No sabo.
-Porque de los alquileres del tercer patio de la Casa Histórica se enteró por Diario Cuarto Poder.
-Sipi.
-Muy buena información la de hoy, Eduerd. ¿Me presta un ratito el aparato ese?
-Acá tengo uno para usted. Ahora nos colocamos estos visores y hacemos una visita guiada a las instalaciones del bar.
-¡Es verdad! ¡Esto está buenísimo!
-Sipi. Mire esa moza que viene ahí.
-¡Infartante, Eduard! Nos pregunta qué queremos consumir.
-Dos desayunos completos. Paga él…
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!